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Entrevista

Cassandre Balosso-Bardin: "Ahora hay unas 500 personas que tocan la ´xeremia´ frente a las 20 de hace 40 años"

"Los mallorquines tienen suerte de conservar las ´xeremies´, existentes desde la Edad Media"

Cassandre Balosso-Bardin, autora de la tesis doctoral sobre las ´xeremies´, tocando la gaita.

-Desde muy joven se ha decantado por el folk, ¿qué le transmite este tipo de música?

-El folk, principalmente el francés, gallego y europeo, es una música muy viva. Lo descubrí gracias al baile. Para mí era una manera de estar con la gente. Es una música que da ganas de salir, bailar, beber, salir de fiesta. No es nada formal, solamente te invita a sentirte libre.

-¿Por qué se decidió por la gaita?

-La encontré por casualidad. Yo estudiaba el castellano en el colegio, y con trece años mis padres me enviaron a casa de unos amigos en Galicia. El segundo año que fui a esa casa me encontré encima de la cama la gaita del abuelo de la familia. Yo ya tocaba la flauta dulce y pregunté si podía probar el instrumento. No sé cómo logré tocar unas cuantas notas. Fue en ese momento cuando me enamoré de su sonido. Desde aquel día, estuve cinco años ahorrando para comprarme mi propia gaita. A partir de allí, empecé a viajar siempre con el instrumento en la mano. De este modo descubrí que había mucha variedad de gaitas y la curiosidad me ganó. Cuando uno se enamora no hay razón aunque sea de un instrumento, solo el corazón.

-¿Cómo descubrió les xeremies?

-Este hallazgo también fue pura casualidad. Durante mi máster sobre las gaidas, la gaita búlgara, estuve hablando con una mujer francesa llamada Marie Bárbara Legonids, que conocía todo este mundo. Estuve clasificando las fichas de todos los tipos de gaitas, unas 80 o 90. Fue entonces cuando me enteré que en Mallorca también había. Pero no volví a pensar más en ello. Cuando tuve que determinar el tema de mi tesis doctoral, tenía algunas ideas pero ya había mucha información escrita. Un día me levanté de la cama y pensé: ¡Mallorca! Entonces miré si había algún informe hecho pero no encontré nada. Fue una decisión perfecta.

-¿Qué ha descubierto del instrumento?

-Las xeremies son otra gaita en el mundo. Pero tienen algo particular que no tienen las demás, solamente lo comparten con Cataluña. Tienen unos roncones que caen por delante del instrumento. Además, tienen el grai separado. En Italia también son parecidas, pero en ningún sitio tienen esta forma tan peculiar. También es un instrumento particular porque tiene dos funciones: la oficial y la de bailar. Esto es un hecho clave. En Mallorca se escuchan las xeremies, junto con el fabiol y el tambor, en las fiestas populares y en momentos específicos, siempre por algún motivo. Nunca se escuchará el sonido de estos instrumentos un día caminando por la calle.

-¿Cuál es su conclusión final de lo descubierto?

-Que es un mundo muy particular. Los mallorquines tienen suerte de conservar su tradición, que ha durado más de 300 años de la forma en que actúan hoy en día, aunque sabemos que existen desde la Edad Media. Gracias a la gente de esta isla, que han trabajado desde los años 70 para cuidar este gran tesoro, el instrumento se ha mantenido vivo.

-¿Cuál cree que es su situación actual?

-Generalmente, la situación de las xeremies ha tenido épocas muy duras pero también de prosperidad. Actualmente, se pueden encontrar en la isla unas 500 personas que tocan activamente tanto este instrumento como el fabiol o el tamborí, cuando hace 40 años había menos de 20 músicos. Por eso, no creo que se muera esta tradición ya que sigue viva, y los mallorquines quieren que siga siendo así.

-¿Qué espera de la Organización Internacional de Gaitas, de la que es fundadora?

-Quería crear una plataforma para que la gente pueda compartir sus ideas sobre las gaitas. Quería hacer un plano más formal que las conferencias. Con esta organización y los eventos que preparamos intentamos romper con el estereotipo de que sólo existen las gaitas escocesas. Por eso queremos mostrar la diversidad del instrumento. Además, con la organización hemos establecido formalmente el Día Internacional de las Cornamusas, el 10 de marzo.

-¿Cómo determina el éxito de las Conferencias Internacionales de Gaitas?

-Desde el principio tuve la idea clara para crear un evento de caridad musical donde todo el mundo pudiera disfrutar de él. Por eso, estas conferencias están abiertas a todas las personas que puedan tener un interés por el instrumento: constructores, luthiers, intérpretes, músicos en general... La verdad es que no me esperaba tener tanto éxito en sólo tres conferencias. La próxima se hará el 10 de marzo de 2018 en Mallorca.

-¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

-Ahora estoy investigando en París y en enero viajo al Reino Unido porque me han ofrecido ser profesora de la Universidad de Lincoln. Además, tengo artículos que están empezando a salir a la luz. Aunque quiero que se haga de mi tesis un libro, me haría mucha ilusión.

-¿Qué puede adelantar de su presentación en Pollença?

-Será un evento de dos horas donde, en primer lugar, me presentaré y luego explicaré en qué ha consistido mi viaje y trabajo en Mallorca. Después voy a explicar el argumento de la tesis, que está centrada en la historia de las xeremies, explicando también cómo se ha conseguido salvaguardar este instrumento tal y como se encuentra hoy en día. Además, habrá una actuación musical de las xeremies, como no podía ser de otra manera, y se podrán ver fotos y vídeos.

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