Esta película tiene las mismas virtudes y carencias que El desafío, Ali o Una mente maravillosa. Intentan acercar al público amplio unos personajes brillantes, fascinantes y atormentados (el ajedrecista Bobby Fischer, el funambulista Philippe Petit, el boxeador Muhammad Alí y el matemático John Nash respectivamente), dejando la complejidad de los retratados por el camino o distorsionándola con recursos melodramáticos. Respecto a Fischer, el enfoque indirecto de En busca de Bobby Fischer (Steven Zaillian, 2001) es más efectivo que este, mostrando el boom por el ajedrez y la hiper competitividad asociada en las generaciones infantiles inmediatamente posteriores.
El caso Fischer es por tanto un biopic muy académico. Su parte ´bio´ se ajusta menos a la biografía del yanqui de lo que nos intenta hacer creer. Sus arranques de prima donna son correctos; sus problemas mentales no fueron palpables hasta después de su sonado triunfo en Islandia. Su relación con Spassky fue más distendida hasta ese momento; el ruso no cayó en la trampa de la paranoia ni fue tan adicto al lujo occidental. En la parte ´pic´, para los espectadores no demasiado exigentes, es un filme ameno con buen ritmo y alguna filigrana fotográfica para mostrar los desvaríos. Aunque el parecido físico de Tobey McGuire con el ajedrecista es limitado, su interpretación es meritoria. Liev Schreiber (Spotlight) impone bajo el pellejo del soviético. Y la banda sonora (Art Blakey, Carl Perkins, Steve Winwood, Jefferson Airplane, Dobbie Brothers o la Credence) es atinada sin rebosar originalidad. Aunque limitado en verosimilitud y abusa de tics peliculeros, se agradece al filme que reviva el interés por el ajedrecista.
El caso Fischer, Estados Unidos, 115 min.
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Director: Edward Zwick
Actores: Tobey McGuire, Liev Schreiber, Peter Sarsgaard, Michael Stuhlbarg
Cines: Augusta
