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Entrevista

María José Montiel: "Mi mayor miedo es salir al escenario y no tener voz al cantar"

"Mi papel favorito fue el de Amneris: pasa de ser la mujer cruel, de hielo, a pedir y rogar perdón. ´Pace´ te imploro. Es muy hermoso"

María José Montiel, ayer, durante la entrevista. GUILLEM BOSCH

-¿El talento vocal es consecuencia de la herencia genética?

-Tiene mucho que ver. Yo vengo de una familia de músicos y también de cantantes. Hay una especie de herencia genética porque uno de pequeño imita el sonido de la voz de sus padres. Luego tienes la constitución de la laringe, que también se hereda. Heredas el largo de las cuerdas vocales o el pómulo alto. Como lo haces con la cultura que has vivido en casa. Aunque, claro, hay grandísimos músicos en cuya casa no se oía nada, pero son talentos increíbles. En mi caso, desde luego, ha sido una herencia educativa, cultural y genética.

-¿Quiénes son sus ídolos vocalmente hablando?

-Ídolos no tengo, pero sí hay cantantes que me gustan muchísimo o admiro, que me han marcado en un momento determinado. Te puedo decir que, aunque soy mezzosoprano, cuando tenía 18 años vi una bohème, interpretada por Ileana Cotrubas, y me impresionó muchísimo por su sensibilidad. Cuando tenía 16 años, y estudiaba en el Conservatorio de Madrid, Montserrat Caballé también me impresionó muchísimo, como Victoria de los Ángeles.

-¿Qué componentes juegan en el éxito de un cantante? ¿La escuela vocalista, los conocimientos de técnicas dramáticas...?

-Yo creo que el trabajo, el talento, la capacidad de comunicación y la capacidad de emocionarse uno mismo; y que esa emoción se pueda trasladar al público. A mí lo que me interesa de un artista es la verdad. Muchas veces uno ve artistas en el escenario, que parecen estar sintiendo mucho, pero no es cierto. Los artistas que de verdad me interesan son aquellos que tras acabar la función todavía están sintiendo y no quienes, después de una escena increíble, salen tan frescos entre cajas. La mentira en la música existe y es muy triste.

-¿Usted ha encarnado en más de cien ocasiones el papel de 'Carmen'. ¿Con qué propósito cree que está escrito este personaje?

-Es difícil de saber. Cuando yo la vi por primera vez, de adolescente, en el debut de Josep Carreras como Don José en Madrid, Carmen a mí me pareció una mujer que "ay, qué barbaridad, pero si es que lo ha llevado por mal camino (a Don José)". Siempre ha sido un personaje un poco demonizado. De unos años a esta parte, Carmen está reivindicada, no como una mujer que lo ha llevado a él a la mala vida, sino que es una lucha de dos pasiones muy fuertes, pero no es ella la culpable solamente, porque al final quien pega y mata a Carmen es él. Él sabe que se va con una mujer libre, a la que no puede decirle: "oye, tú en casa con la patita quebrada y a hacerme la cena". Ahora hay muchas producciones, algunas que yo he hecho, en las que Carmen no es que sea una santa, pero de alguna manera es una mujer que muere a manos de un hombre. O conmigo o te mato. Es así.

-¿Cómo ha cambiado el personaje de 'Carmen' desde que lo creó la pluma de Prosper Mérimée?

-Además de lo que he dicho, incluso en las propuestas modernas. Yo he participado en una producción de Calixto Bieito, en la que estábamos en Ceuta, años 70, y el contrabando era de lavadoras, televisores, Don José y los contrabandistas eran agresivos y ella sentía los celos en sus propias carnes. Cuando se estrenó Carmen no tuvo éxito, para Bizet fue una desilusión terrible. Quién lo iba a decir.

-¿Considera que tienen algo en común los personajes de Dalila (de 'Samson et Dalila') y Carmen?

-Las dos son un mito sensual y sexual. La música de Dalila es más arrebatadora; Carmen envuelve (a Don José) de una manera, digamos, más española o francesa; como en el folklore, con más gracia.

-Véase actuando. ¿Con qué directores ha logrado un mayor desarrollo profesional?

-Trabajar con Zubin Mehta, Riccardo Chailly o Lorin Maazel ha llenado de riqueza mi carrera.

-¿En qué situación se encuentra la escuela vocal en España?

-Muy buena; muy buenos cantantes, tanto de mi generación como de las generaciones que vienen. Hay unas voces excelentes en España. Defiendo absolutamente la pasión española al cantar.

-Las tonalidades tienen colores.

-Sí claro, todo tiene un color diferente y tú pones una canción en distintas tonalidades y cada una tiene un color. Hay canciones que te gustan más en una tonalidad porque tienen un color más cristalino, por ejemplo. Sobre la belleza de una voz, es importante que reconozcas que es una voz u otra. Es prácticamente imposible que haya dos voces iguales.

-De los personajes que ha interpretado, ¿cuál es su favorito?

-De los muchos, diría que Dorabella o Amneris. Cuando hice el papel de Amneris en el Festival de Bregenz, en el Lago de Constanza, me convertí en una Amneris con pelo rubio platino. El personaje pasa de ser la mujer de hielo, la mujer cruel, a rogar y pedir perdón: Pace te imploro. Eso es muy hermoso. El año que viene debutaré en el Werther de Massenet en el Teatro Massimo Palermo. Tiene una armonía, una orquestación y una belleza...es algo increíble.

-¿Compraría usted una entrada para un concierto de rock?

-Sí, por qué no. Claro.

-¿Qué instrumento musical se asemeja más a la voz de soprano?

-El violín. Mientras que a una mezzosoprano, un violonchelo.

-Un académico de la RAE afirmó hace unos meses que el primer nombre de la historia de la música, por encima de Falla, Victoria, Soler, Albéniz o Rodrigo, es Plácido Domingo. ¿Suscribe la opinión?

-Bueno, a ver, Plácido es el primer tenor del mundo; el cantante que más roles ha afrontado, y con una longevidad impresionate. Es un fuera de serie con el que he tenido la suerte de cantar. Es alguien muy especial.

-Plácido Domingo es un mensajero...

-Él tiene unas facultades físicas, una resistencia enorme. Por supuesto, es una persona fuera de lo normal.

-Pasemos a Marcel Proust. ¿Qué cambiaría de usted?

-Ahora no sabría qué contestar, pero sí te responderé con una frase de Albert Camus: "El sol que reinó sobre mi infancia me privó de todo resentimiento".

-La segunda de Proust. ¿Cuál es su mayor miedo?

-Salir al escenario, abrir la boca y no tener voz. A veces, incluso, una sueña con ello.

-La última. ¿Su idea de felicidad perfecta es?

-No pienso que exista. Aunque te diría que el equilibrio interior. Hoy nos falta compasión y humanidad.

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