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Jo qué noche

La solidaridad de Juan Perro triunfa en Pollença

Santiago Auserón, a la guitarra, sonríe en el inicio de su actuación en Pollença.

El pasado miércoles por la noche se celebró en Pollença el Pollença Sons de Nit 2016. Este ciclo de conciertos, que se festeja desde hace 17 años en el pueblo, tuvo como protagonista a Santiago Auserón, alias Juan Perro. En formato trío, presentó sus nuevas canciones, acompañado en el escenario por Gabriel Amargant, saxo y clarinete, y Joan Vinyals a la guitarra.

Con invitaciones gratuitas, el Claustre de Sant Domingo se llenó de espectadores ansiosos por rememorar la música de una de las leyendas musicales española de los últimos 30 años.

Todo por los refugiados

Durante toda la actuación se realizaron donativos a Médicos Sin Fronteras para la campaña de ayuda a los refugiados en diferentes puntos del claustro. Diversas personas de la asociación daban información al público sobre la causa. Este era el verdadero motivo de celebración del concierto, una causa solidaria.

El presentador de la actuación fue Raimon Martínez, un voluntario de Médicos Sin Frontera, que explicó su experiencia en los campos de refugiados en Grecia.

Con un "Molt bona nit!", Auserón subió al escenario. Sus primeros minutos de protagonismo los dedicó a concienciar al público sobre la dramática situación de los refugiados. "La luz maravillosa del Mediterráneo se está manchando de sangre". Inmediatamente después la música invadió el ambiente. Una mezcla de jazz, blues y sus particulares sonidos componían su estilo propio encima del escenario.

La sorpresa fue la lluvia

Nadie se quiso perder el acontecimiento. Hasta la lluvia estuvo presente. A la media hora del inicio del concierto empezó a llover. El agua provocó que durante unos 10 minutos los músicos se tomasen un descanso y el público se refugiase bajo las arcadas del centenario recinto.

Pero la lluvia no impidió que el espectáculo continuase. El excantante del mítico grupo llamado Radio Futura se servía de sus anécdotas e historias, algunas veces mezcladas con ficción, para presentar sus canciones. Además, su particular humor hacía partícipe a los espectadores.

La proximidad del cantante hacia su público fue su arma para intentar crear un clima discreto, de confianza y, al mismo tiempo, romántico. "Considerad la velada como si fuera el patio trasero decasa", aconsejó Juan Perro.

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