El grupo formado en Girona y en activo desde 1986 actuará el próximo 12 de agosto en Porreres tras llenar el Auditòrium de Palma el pasado enero con la presentación de su último disco ´Cercles´

­­"Lo que intentamos hacer con nuestras canciones es abrir mentes". Con esta declaración de intenciones llegan a Mallorca los músicos de Sopa de Cabra, una clásica banda del rock catalán, que celebra en 2016 su 30 cumpleaños "con un repaso" a todas sus canciones. Dicen que por eso, el concierto de Porreres será especial, ya que será el único en Mallorca. Aunque confiesan que tendrán problemas para elegir el repertorio para la actuación: "Siempre se queda alguna fuera". El concierto se diferenciará de los anteriores en que "será mucho más antológico".

Para ayudarse en la ardua tarea de elegir los temas que tocarán, los músicos confiesan que miran cuáles son las 10 primeras canciones que salen destacadas en su perfil de Spotify: "Esas las tenemos que tocar, suponemos que serán las más queridas por nuestros fans", bromean.

Sobre su vuelta después de la ruptura, aclaran que no es como volver con una expareja: "Es más sencillo, nuestro reencuentro ha sido placentero". "Ahora estamos en una fase expansiva hacia afuera, el tiempo es un aliado, aunque a veces lo veamos como un enemigo." Explican también sobre sus años de experiencia que tal vez "las bandas se tendrían que formar a los 50 años de estar juntos".

"La vida es como subir una montaña, cuando pasan los años te cansas más, pero tienes unas vistas que no has tenido nunca antes, y es eso lo que nos hace movernos", dicen, metafóricos, para referirse a la situación actual de su carrera. Aunque afirman también que no les pesan sus canciones míticas: "Son un código elegido por mucha gente, eso es una suerte."

"Cuando tocamos ahora nuestras primeras canciones nos damos cuenta de que son agotadoras", reconocen sobre sus inicios. "Nuestras canciones eran inquietas, tenían hiperactividad", añaden. Sobre su último trabajo señalan que "los temas tienen más matices y son más reflexivos. Tienen otro aire", aunque afirman no saber si esto es bueno o no.

Tras más de 30 años encima de los escenarios, reconocen que su público también ha evolucionado: "Seguramente a nuestros seguidores de ahora si les enseñásemos un casete de los del principio, les parecería exótico. La forma de consumir música también ha cambiado. El formato físico siempre ha marcado la relación entre el público y la industria. Ahora la industria está muy perdida porque no controla el formato".