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Crítica de música

Master and Comander

El master.- Christophe Coin, el gran violoncelista francés, sin duda es un maestro. Por él han pasado alumnos y seguidores y además su manera de entender el sonido del instrumento ha creado escuela.

Coin ha estado en Mallorca para ofrecer dos conciertos, uno en solitario con dos de las seis Suites de Bach (el pasado miércoles en La Real) y el segundo en el claustre de Pollença, el pasado domingo, acompañado del Ensemble Lumière.

En esta su segunda aparición en menos de una semana, Christophe Coin asumió el papel de solista en dos obras del programa: El Concert número 2 per a violoncel i cordes, escrito por Miquel Àngel Aguiló expresamente para el maestro y la Música notturna delle strade di Madrid de Boccherini.

En la primera, el concierto, Coin demostró que su reputación va más allá de la de solista de prestigio internacional. Él quiere ayudar a difundir las obras de los nuevos compositores, que tienen interés, naturalmente. Y ese concierto de Aguiló lo tiene. Coin estuvo afinado, musical y atento durante toda la obra que prácticamente no da ningún respiro al solista.

Estructurado en tres tiempos, el segundo concierto de Aguiló es una obra muy interesante, que recoge buena parte de las inquietudes musicales afectivas y culturales del autor. Esencias barrocas, otras contemporáneas, incluso harmonías gregorianas, todo eso y más contiene esa obra que merece, a partir de su estreno, un amplio recorrido.

En la obra de Boccherini, Coin también dio una impecable lección de técnica y sonido.

El comandante/director.- Miquel Àngel Aguiló sabe crear y llevar a buen puerto infinidad de proyectos. Como éste que comentamos, un concierto con su Ensemble Lumière, un conjunto con un sonido magnífico, con instrumentistas, todos ellos, solistas de su instrumento, y con el que el claustre de Pollença se vistió de música contemporánea no experimental. La dirección de Aguiló, tanto en sus obras como en las de Boccherini y Julie Reiner (tres reflexiones musicales a partir de unos fragmentos de Sans Famille d´Hector Malot), fue precisa. Dando las entradas, sugiriendo sonidos, dejando hacer a veces, Aguiló demostró que puede liderar cualquier propuesta musical. Y como compositor tiene un lugar en la historia de la música mallorquina actual. Sabe reflejar sus intereses culturales en todas sus composiciones y consigue que el público se sienta atraído por ellas. Tanto si se trata de unos impactos (Insectes i papallones volen en el meu jardí), un concierto o una rareza en forma de fantasía para bombardino y orquesta, Cant senzill al solstici d´hivern, que cerró la sesión antes del bis (La llum del darrer viatge), con un formidable Pep Burguera en calidad de solista.

(P. S. Ese tipo de conciertos merece un lleno absoluto de público. Las administraciones tienen la obligación de ayudar a publicitarlos).

Obras de Aguiló, Reier y Boccherini

Claustre de Sant Domingo, Pollença

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Ensemble Lumière

Christophe Coin, violoncel y Josep Burguera, bombardino

Miquel A. Aguiló, director

03-07-16

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