Novelista, articulista, dramaturgo y poeta, pero también académico, editor, pintor, coleccionista, actor y vagabundo, Camilo José Cela fue un "poliedro", cuya variada personalidad retrata la exposición que se inauguró ayer en la Biblioteca Nacional con motivo del centenario de su nacimiento. La muestra CJC 2016. El centenario de un Nobel. Un libro y toda la soledad, inaugurada por el Rey, ha sido organizada por la BNE en colaboración con Acción Cultural Española (AC/E) y la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela, que han reunido 600 piezas para realizar un "viaje" al universo del Premio Nobel.

Su comisario, Adolfo Sotelo Vázquez, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Barcelona y director de la cátedra Camilo José Cela, ha explicado que la exposición, dividida en 44 secciones, se basa en los "tres grandes momentos" del escritor: la ascensión (de 1942 a 1955); su consolidación (del 56 a finales de los 70) y los reconocimientos (a partir de los años 80). De toda la trayectoria de Cela, Sotelo Vázquez ha resaltado como su preferida la primera de sus etapas, donde ha descubierto, según ha explicado a los periodistas en la presentación de la exposición, la "salvaje potencia creadora" del escritor.

Para la directora de la BNE, Ana Santos, la muestra refleja la "ecléctica y poliédrica" y también complicada personalidad de Cela, mientras que la responsable de AC/E, Elvira Marco, ha especificado que la exposición viajará posteriormente al Museo Centro Gaiás de la Cidade da Cultura, en Santiago de Compostela, del 18 de noviembre de 2016 al 19 de febrero de 2017. Anxo Manuel Lorenzo Suárez, secretario general de Cultura de la Xunta de Galicia, ha considerado que "había que traer a Cela a Madrid", ya que es patrimonio de todos, y ha detallado cómo la exposición recoge el carácter del autor en todas sus dimensiones.

Se ofrece así, según el comisario de la exposición, un viaje por las fortunas y las adversidades del escritor, que se inician con imágenes de su infancia, adolescencia y primera juventud, para pasar posteriormente al Cela narrador, a la importancia de sus novelas y a la relación del Nobel con la cultura y la sociedad de cada momento histórico. Así, se puede hacer un recorrido por la aventura personal, intelectual, literaria y artística del escritor que, a veces, como narrador cuenta su propia trayectoria, a través de sus textos autobiográficos, de sus cartas y de los miles de artículos que escribió en diversos periódicos.

La muestra permite contemplar la primera edición de todas sus novelas, desde La familia de Pascual Duarte (1942) a Madera de boj"(1999), e incluso manuscritos, así como algunas traducciones y las críticas que tuvieron al ser publicadas. Además, se retrata a través de artículos periodísticos la proyección de Cela en los ambientes intelectuales y en los medios culturales, pero también se ven fragmentos de las tres películas en las que participó como actor entre los años 1948 y 1953 y la pintura del propio escritor, expuesta en Madrid y A Coruña a finales de los 40. Los viajes del escritor, de los que nacieron, entre otras obras, Viaje a la Alcarria, también tienen su espacio en la muestra, con objetos como su mochila y otros utensilios, herramientas y mapas.

La muestra recuerda sus numerosos reconocimientos como el Premio Nobel en 1989 o los más de 25 doctorados honoris causa. Entre sus colecciones, destacan las botellas de vino dedicadas a personajes como Delibes, Picasso o Hemingway. La exposición empieza y acaba con otra de sus pasiones, los relojes. Y precisamente se recuerda cómo su reloj se paró el 17 de enero de 2002.