-Tras sus dos últimas giras en teatros, vuelve a los grandes recintos...
-Hay que ir cambiando porque para una persona como yo que lleva mucho tiempo haciendo discos y conciertos, es importante tener un nuevo horizonte. Me gusta cualquier tipo de formato. Los teatros me gustan porque te dan la alegría de tener un buen sonido, la gente está cómoda y es más íntimo, pero a la vez me gusta el rock, el volumen de las guitarras y cargar más el sonido y las luces. Voy cambiando, según el disco y las necesidades. No tengo una norma.
-¿Esta gira es especial porque celebra los 35 años desde la grabación de su primer disco?
-Mi primer proyecto fue con Los Rápidos en los años 1980-1981 y desde entonces he creado muchos discos y he trabajado con Los Burros, El último de la fila, una banda que me ha dado muchas alegrías junto a Quimi Portet, pero mi tiempo en solitario también ha sido muy agradable. La música es importante para mí, no me lo tomo como un trabajo. Cantar y componer canciones es una necesidad vital, le da sentido a mi vida. Desde pequeño me entusiasma la música y a los 13 años una mañana decidí que sería músico. Soy músico por vocación y ello me aporta muchas alegrías. Es una ocupación muy grata aunque también vives incertezas porque no sabes si tu trabajo, gustará.
- ¿La gira es una celebración de la vida y de la cultura?
-¡Absolutamente! La música es una celebración de la vida. En este país y en los últimos años, la cultura ha sido denostada. Actualmente solo la respeta la población civil pero parte de la clase política no lo hace, al contrario, nos machaca. Los gobernantes nos tienen en el punto de mira pero nos da igual porque la obra y la actitud vital de los creadores está por encima de los políticos. El arte es libertad y un político no puede poner cadenas. Nos pueden maltratar en lo material subiéndonos el IVA pero en lo vital, no lo puede hacer. Al contrario, se maltratan a ellos mismos porque su actitud vital es negativa, oscura. Evidentemente, hay excepciones. No dudo que haya algún político con buena voluntad pero, en general, son muy prepotentes. Solo van a lo suyo cuando dicen que piensan en los ciudadanos. La cultura está machacada. Te pueden pisar materialmente pero nosotros trabajamos con la emoción, no con el miedo.
- ¿Quién le acompañará sobre el escenario en el concierto del 18 de junio en Son Fusteret?
-En esta segunda parte de la gira, regreso a trabajar con mi banda y con la que me muevo con total libertad porque son muchos años tocando juntos y me conocen a la perfección. Llevo un guión móvil para que aporte espontaneidad y vida al concierto. Cuando salgo a la carretera, no lo hago para ganar dinero, lo hago para ser feliz cantando y para reencontrarme con espectadores que acuden contentos a mis conciertos. La música es mi pasión y que gente disfrute de mi necesidad de hacer canciones es muy importante. Mi intención es que el público salga pensando que han sido unas horas muy bonitas. La sociedad vive un momento crítico, hay mucha gente pasándolo mal y se debe arreglar. La clase política debe luchar para ello pero de momento están con otras historias. Hasta que no cambie, la música nos ayuda a ser mejores personas, a tener mejor corazón y una actitud ante la vida más luminosa.
-¿Cree que vivimos en una sociedad donde reina la presión de que todo debe ser ahora?
-Sí, sí. Este mundo neoliberal en el que estamos inmersos nos mete miedo. La precariedad laboral es terrible. Se cometen muchos abusos. Ha habido un retroceso a nivel de derechos laborales y este retroceso es palpable, lo sufrimos todos. Lo suyo sería que hubiera una justicia social, no los disparates que vemos con la evasión de impuestos y los paraísos fiscales mientras hay gente tirada en la calle. Es muy negativo y hace que todo el mundo esté a la expectativa de cómo se soluciona. Las prisas no son buenas consejeras. La vida lenta es mucho más aconsejable. La música es un aporte magnífico al día a día de todos nosotros. El caso es no estar angustiado porque es una pérdida terrible. La vida es finita y el tiempo que vivimos, hay que estar alegres. En nuestra vida actual, nos meten miedo y nos acojonan continuamente. La vida no es comprar cosas. La vida es amistad, generosidad, lealtad y hay que ser conscientes de que con poco puedes vivir una vida pletórica de emociones y alegrías.
- Le canta a exprimir la vida y a sentir. ¿Es su filosofía?
- Claro que sí porque si te descuidas, la vida pasa muy deprisa. Como decía John Lennon, la vida es aquello que pasa mientras tu haces planes. Hay que exprimir la vida, los momentos, pero no hay que presuponer que para hacerlo hay que tener un coche de alta gama o una casa de 500 metros cuadrados en una cala maravillosa de Mallorca. Es la actitud ante la vida lo que hace que este exprimir la vida se convierta en algo saludable.
- ¿Se reinventa haciendo canciones?
-Me reinvento y me alimento porque la música me proporciona mucha vida.
-Aunque han repetido hasta la saciedad que no hay retorno posible de El último de la fila, ¿entiende que muchos seguidores todavía mantengan la esperanza?
-Entiendo que mucha gente con este grupo lo pasó muy bien pero a veces pienso que lo que se quiere no es tanto que vuelva este grupo, sino que en el fondo desean que vuelvan sus 25 años y esto es imposible que suceda. Hay que avanzar. Tanto Quimi Portet como un servidor tenemos un camino propio y necesitamos una independencia a la hora de crear. No queremos estar sometidos a otros pareceres, otras opiniones.
-A días del inicio de la campaña electoral, ¿qué les recordaría a los políticos que han sido incapaces de cerrar un pacto?
-Les recordaría que la gente está esperando que cambien su actitud y dejen de mirarse el ombligo. Están pensando demasiado en ellos cuando están al servicio de la ciudadanía, que es quien les pone ahí. Luego se copian los discursos unos a otros. Ahora les ha dado para hablar de lo social... ¿y antes? Les recordaría que han de estar a pie de calle siempre, no solo cuando buscan el voto. Naturalmente que voy a ir a votar pero me parece absurdo tener que ir a votar para que me gobierne el más ambicioso y no el más sabio.
