Sí, fueron más de dos los solistas del concierto que la Simfònica ofreció el pasado jueves en el Auditòrium de Palma, dentro de su temporada estable. Dos, claramente diferenciadas y referenciadas para el Concierto de Poulenc, pero muchos más, la orquesta sección a sección, para el Concierto de Bartók. Como otras veces ha pasado, siendo el resultado más que correcto, debemos alertar de una falta de trabajo previo (ensayos), para poder calificar el resultado de excelso.
Muy bien el homenaje al barroco que se marca Maurice Ravel en la suite Le Tombeau de Couperin. La dirección supo sacar de los músicos ese sonido aterciopelado que requiere toda obra impresionista.
¿Qué podemos decir de las Labéque que no sepamos? Conocen al dedillo todo el repertorio para dos pianos y orquesta. Y además se ensamblan como dos "notas" de agua, pues trabajan juntas desde hace mucho tiempo, desde siempre. Así que su versión del Concierto para dos pianos de Poulenc es de referencia. Lo han interpretado y grabado tantas veces (recomendable el disco con Seiji Ozawa y la Boston Sympony) que hacen que les sea familiar. Para ellas un concierto más en familia. Perfección garantizada. Y así fue. Curiosa y divertida la anécdota del bis, con la partitura ausente.
Bartok ya es otra cosa. La Orquesta en ese complicado y difícil Concierto para Orquesta no sedujo como sabe hacer. Bien, pero no excelente. Lectura correcta, pero no impactante. Pablo Mielgo y sus muchachos pueden con la obra, faltaría más, aunque es necesario pulirla un pelín.
Oquestra Simfònica de Balears
Auditòrium de Palma
***½
Hermanas Labèque, dúo de pianos.
Pablo Mielgo, director.
Obras de Ravel, Poulenc y Bartók.
19-05-16.
(Ya se anuncia la temporada de verano: atentos, pues el programa promete).
