Balears ya vuelve a estar en el Institut Ramon Llull. La comunidad reingresa por tercera vez en esta institución y lo hace con la voluntad de "no volver a salir nunca". "A la tercera va la vencida", bromeó la presidenta del Govern, Francina Armengol, que ayer firmó con su homólogo catalán, Carles Puigdemont, el convenio bilateral para el retorno de las islas al Ramon Llull. El marco elegido fue incomparable: el santuario de Cura. Concretamente, los dos presidentes junto a los consellers de Cultura Ruth Mateu y Santi Vila, rubricaron la colaboración en el aula de Gramática del monasterio con una imagen del erudito mallorquín más universal de fondo. Destacaron el valor simbólico de que el reingreso se firmara en el Puig de Randa, donde el beato reflexionó en una cueva, y que precisamente se hiciera durante el Any Llull que conmemora el 700 aniversario de la muerte del filósofo más universal.

Por todo ello, para los allí presentes la jornada de ayer fue, tal y como reconoció Armengol, un "día importante, emocionante e ilusionante" porque con la firma se retoman los vínculos históricos y se recupera la cooperación cultural con Cataluña, una muestra de "la normalidad que no se debería haber roto".

De hecho, la presidenta sentenció que las salidas de Balears del Ramon Llull (durante los mandatos de Jaume Matas y José Ramon Bauzá) fueron una "equivocación", nada positiva ni para la lengua ni para los creadores culturales. Tampoco lo ha sido a nivel institucional. Así, criticó que "estas entradas y salidas" por "cuestiones sectarias y partidistas" no tienen ningún sentido. "Balears no ha estado a la altura de las circunstancias porque debido a momentos políticos diferentes no ha mirado por los intereses de los ciudadanos", zanjó la líder del Ejecutivo balear, que quiso agradecer al expresidente Francesc Antich que hace 14 años fuera uno de los fundadores del Institut Ramon Llull. "Una vez más volvemos a estrechar los poderosos vínculos que siempre ha habido entre las dos comunidades, vínculos entre hermanos que nunca se deberían haber roto", reiteró. Por ello, confió en que el acuerdo alcanzado ayer perdurara en el tiempo y este reingreso sea "para no volver a salir nunca".

Así, con la firma de ayer Balears y Cataluña se comprometen a trabajar para promover la proyección exterior de la lengua catalana y de la cultura de ambos territorios de manera conjunta. "Es necesario reiterarlo: compartimos una misma lengua y muchos rasgos culturales e históricos, por ello, tenemos que sumar fuerzas y trabajar juntos en un ambiente de respeto y concordia", deseó Armengol.

Un privilegio

Su homólogo catalán, Carles Puigdemont confesó que sentía una gran emoción al encontrarse en el santuario de Cura para solemnizar el reingreso de Balears al Institut Ramon Llull. "Es un privilegio" visitar un espacio tan importante en la historia del intelectual mallorquín. "Hablamos la lengua de Llull", enfatizó tras subrayar la importancia del legado que el beato dejó para la lengua catalana. El presidente catalán también explicó que cuando es preguntado por la amenaza de expulsión de la Unión Europea en caso de que Cataluña llegue a ser independiente, responde que no se imagina una Europa sin Ramon Llull. Así, subrayó que el continente no puede prescindir de un país que tiene entre sus referentes a una figura tan clave a nivel europeo. "El legado de Llull nos permite ser muy optimistas de cara al futuro. Llull nos inspira", resumió.

Por su parte, la consellera Ruth Mateu fue la encargada de dar paso a la firma recordando que fue precisamente en el monasterio donde se desencadenó el proceso para que Llull se convirtiera en un personaje clave para la cultura universal y empezó a poner en valor la lengua catalana, por este motivo, el Govern y la Generalitat han unido esfuerzos para que en este Any Llull el reingreso de las islas a la institución fuera una realidad. "Nuestra historia, geografía, economía y cultura comunes nos ofrecen todos los argumentos para que optemos por la colaboración, el diálogo, la armonía y el trabajo conjunto desde los elementos culturales, el conocimiento y la lengua", resaltó la titular de Cultura.

Tras el acto institucional, la comitiva empezó una visita guiada por el santuario, una ruta que contó con las explicaciones de los guías de Spiritual Mallorca, cuyo objetivo es potenciar la historia del monasterio y de Ramon Llull. La comisaria del Any Llull, Maribel Ripoll, también fue la encargada de aportar sus grandes conocimientos lulianos a los presentes en la ruta.

Entre las autoridades que no quisieron perderse la firma del reingreso se encontraban el presidente del Consell, Miquel Ensenyat; el conseller de Turismo Biel Barceló; el vicepresidente insular de Cultura, Francesc Miralles y la alcaldesa de Algaida, Maria Antònia Mulet. Tampoco faltaron a la cita el director del Ramon Llull, Manuel Forcano; el responsable de la institución en Balears, Lluís Maicas; o el director del IEB, Pep Ramon Cerdà, entre otros.