Tras los nervios del estreno de gala de Julieta en la sala Lumière del Palacio de Festivales, Cannes se rindió al cineasta manchego Pedro Almodóvar en una fiesta posterior que estuvo amenizada por la Terremoto de Alcorcón y el actor Jorge Calvo, más conocido como músico como Jorge Micropunto. La cita fue en Le Petit Paris, la terraza de la playa de la Croisette del hotel Martínez. La vedette y el actor pusieron ritmo a la noche de Almodóvar gracias a su espectáculo A las penas, puñalás, un show con el que contaron con Feldene y Melón Jiménez. Las risas estuvieron más que garantizadas y si no que se lo pregunten a Jean-Paul Gaultier que estalló en aplausos cuando la Terremoto entonó el Je suis Cannes junto a su compañero de espectáculo. Mientras, las actrices de Julieta no paraban de bailar y de disfrutar de la fiesta, una celebración que reunió a numerosos amigos del realizador español, que compite con este drama mucho más contenido por la Palma de Oro.

No quisieron perderse la fiesta del universo Almodovar cineastas de la talla de Jim Jarmusch, Santiago Mitre, László Nemes o el director de Cannes, Thierry Frémaux. Tras la tensión de todo el día por el estreno de Julieta en el festival, fue el turno de la Terremoto y Jorge Micropunto, que se encargaron de subir las revoluciones a la noche almodovariana y que se vieron obligados a improvisar bises al final de su actuación ya que un divertido Gaultier aplaudía y abrazaba al protagonista de la noche gritando "¡ovació, ovació!".

Himno a la vida

En la jornada de ayer, los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne presentaron en la competición de Cannes La fille inconnue, una película con la que han querido crear un "himno a la vida", mostrar el hecho de que no todo el mundo se queda callado y sin reacción cuando algo malo pasa a su alrededor. Recibida con aplausos pero también con alguna protesta, en La fille inconnue los Dardenne se lanzan al thriller, pero sin abandonar ni su pausado estilo narrativo ni el trasfondo social que siempre acompaña a sus películas. "Intentamos filmar el flujo de la vida sin fijarla ni encerrarla en una jaula", explicó Luc Dardenne, que señaló que frente a los actos de terror de los atentados de París o Bruselas, sus imágenes "defienden la vida e intentan comunicar esa postura al espectador". Pero aseguró que la película no quiere lanzar ningún mensaje concreto.