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Un barbero que afeita poco

Beaumarchais escribió una trilogía ambientada en Sevilla y en la que a través de Fígaro conocemos el devenir de la historia de amor y engaños entre el Conde Almaviva y Rosina

Un barbero que afeita poco

Bufa no es befa.-En efecto, si bien el calificativo de Bufa puede parecer un tanto despectivo, en música no lo es en absoluto. Muchas óperas caen dentro de esa forma musical y son obras de arte. Veamos lo que dice la Enciclopedia respecto a la expresión Ópera bufa: "Ópera cómica, en contraposición a la ópera seria y que en sus inicios se usó para retratar situaciones cómicas de los personajes de la vida cotidiana. Son ejemplos de este estilo Le nozze di Figaro de Mozart, Il barbiere di Siviglia de Rossini y Don Pasquale de Donizetti".

En efecto, mejor imposible. En la definición están los tres elementos que hacen que una ópera sea considerada bufa. Contraposición a la ópera seria que Monteverdi había iniciado y Haendel había seguido, con temas mitológicos, históricos o legendarios; situaciones cómicas en contraposición a las escenas de odios, amores y luchas a las que pusieron música Verdi o Wagner y finalmente la inclusión de personajes sacados de la vida cotidiana, en contraposición a los reyes, cortesanos y dioses que cobran vida en manos de Gluck o Bellini.

También vemos que en la enciclopédica definición aparecen tres ejemplos, uno de ellos precisamente es el que motiva el presente comentario, Il Barbiere di Siviglia de Rossini, que, curiosamente, también se relaciona temáticamente con otro de los ejemplos, Le nozze di Figaro de Mozart. Las dos obras continúan una misma historia pues ambas provienen de unas obras de teatro de Pierre Augustin de Beaumarchais, estrenadas en París (las dos primeras en la Comédie).

Beaumarchais escribió una trilogía teatral ambientada en Sevilla y en la que a través del barbero Fígaro (un barbero que curiosamente casi no afeita y que es más bien excusa para el desarrollo de la temática) conocemos el devenir de la historia de amor y engaños entre el Conde Almaviva y Rosina, luego convertida en Condesa. La trilogía está formada, en orden cronológico, por El Barbero de Sevilla, Las bodas de Fígaro y La Madre culpable, las tres convertidas en ópera por Rossini, Mozart y Milhaud, respectivamente, si bien, antes que Rossini lo hiciera, Giovanni Paisiello había ilustrado musicalmente la misma historia con el título de Il barbiere di Siviglia, ovvero la precauzione inutile.

La paradoja del barbero.- Bertrand Russell, el matemático humanista, que anula a los defensores de la dicotomía entre ciencias y letras pues siendo científico obtuvo el Premio Nobel de Literatura, crea la Paradoja del barbero para ilustrar las contradicciones de la Teoría del matemático Cantor. Dicha paradoja se enuncia así: Si definimos el barbero como aquella persona que afeita a los que no se afeitan a sí mismos, ¿quién afeita el barbero? Y hablando de paradojas y de barberos, unamos los dos términos, al estilo russeliano, no para hablar de matemáticas sino de ópera, de las contradicciones que aparecen en esas historias de Beaumarchais, una vez convertidas en música.

Veamos: Para Paisiello, Rossini y Milhaud, Fígaro es un barítono, para Mozart un barítono bajo. Si Milhaud y Mozart mantienen al Conde en la tesitura de barítono, para Rossini es un tenor y para Paisiello un bajo.

Paisiello y Rossini le dan a Rosina, luego Condesa, la voz de mezzosoprano, en cambio tanto Mozart como Milhaud la convierten en soprano. Susanna, la criada de la Condesa y que no aparece en las historias de Paisiello y Rossini, es soprano para Mozart y mezzosoprano para Milhaud. Los mismos personajes vistos desde ópticas vocales diferentes. Pequeños detalles sin importancia. Curiosos, tal vez, pero menores. Y que no nos deben impedir aplaudir las magníficas escenas en las que intervienen, en solitario o en grupo, que son muchas.

A partir de hoy (20h) el Teatre Principal de Palma nos propone la primera de las tres sesiones de Il Barbiere di Siviglia rossiniano. Así pues, pongámonos en situación, olvidemos si la obra pertenece a una trilogía o si tal o cual personaje suena mejor en una u otra tesitura. Centrémonos en la historia divertida y dispongámonos a disfrutar de sus extraordinarios momentos musicales, que son muchos.

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