Arantxa Andreu (Palma, 1972) está de vuelta con nuevas canciones, diez en total, publicadas bajo el título de El calor de la vida y dedicadas a "aquellas sensaciones que, en ocasiones, nos sitúan en un lugar profundo de la existencia", señala su autora.

Andreu, que en 2011 se estrenó en solitario con el disco Hilando sueños tras su formación en el seno del grupo La Búsqueda, afirma que este trabajo "tiene más luz y es más vital" que el anterior, un álbum que le dio "muchas alegrías y que llegó a mucha gente".

"Mis canciones hablan del interior, de sensaciones internas, de mirar hacia adentro. Tengo vocación terapéutica. En aquel primer disco escribí sobre heridas y me sirvió para sanarme y conocerme mejor", confiesa.

Esta nueva aventura musical comenzó una noche de verano, hace tres años: "Con el mar como telón de fondo y un calor que poco a poco se fue apoderando del pecho, desprendiendo una alegría tranquila. Surgió un tarareo, una melodía suave y acogedora. Fue el germen de una canción, del proyecto", señala Andreu, quien aclara: "Yo no compongo música, me viene de adentro".

Aquella canción hoy se llama El calor de la vida y es la que da título a un disco "lleno de sugerencias, atmósferas y delicadeza". Una colección de canciones que hablan "de la noche y el bosque, la ternura y el mar, la vida y la muerte".

"Me gustaría que estas canciones transmitieran en el oyente tranquilidad, alegría, pasión y fuerza", comenta.

La presentación oficial de El calor de la vida tendrá lugar en el Teatre Xesc Forteza el próximo día 13 (21 horas). Le acompañarán sobre el escenario Jaume Compte (guitarras, ukelele, bouzouqui, percusiones), Pablo Di Salvo (contrabajo), José Llorach ´Murci´ (batería y percusión) y probablemente Gori Matas (acordeón).

Precisamente sobre Compte recayó la dirección musical del segundo disco de Andreu, que fue grabado entre julio de 2015 y enero de 2016 en el estudio El Zigurat de Xisco Albéniz.

"A Jaume Compte le di total libertad y con él llegamos a ese sonido americano que marca este disco, donde la presencia de la batería es mayor y se ha experimentado sacando diferentes timbres a instrumentos como el dobro, la guitarra renacentista o la guitarra eléctrica", apunta.

"Con este trabajo me he quitado prejuicios, como que la guitarra eléctrica es más agresiva", añade la autora e intérprete de temas como Digues que si, Días, Horas, Pau, El eco de su voz o Ve a caminar por el monte, canción con la que pone música a un poema de la argentina Tamara Chubarovsky.

El disco incluye además dos versiones: La llorona (anónimo), un canto popular muy arraigado; y Razón de vivir, de Victor Heredia. Para los textos, Andreu contó con la colaboración de Mariona Forteza. El diseño del cedé lo firma Laia Casals y sus fotografías, su hermana, Cristina Andreu.

"Es un disco para el disfrute. Espero que salga algo por la Península y podamos viajar con él. Yo seguiré con mis clases de música para familias, en la librería Globo y el Espai Nono. La música estimula a los niños. Lo sabemos todos, menos los políticos", lamenta Andreu.