La Fundació Teatre Principal de Palma notificó ayer a la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Balears que acata la sentencia en la que se declara improcedente el despido del antiguo responsable del área musical Francesc Bonnín, en la etapa en la que era directora-gerente Margalida Moner.

La Fundació asume la indemnización fijada por la sentencia, que asciende a 157.482,2 euros. Una cantidad que el Consell deberá sumar a otra dada por "una mala decisión política", también protagonizada por Moner: la indemnización a los dos delegados de UGT despedidos en su día, que supera los 260.000 euros entre los dos afectados, readmitidos por el Principal tras un periplo judicial de cuatro años.

En este sentido, el vicepresidente y conseller insular de Cultura, Patrimoni i Esports, Francesc Miralles, ha solicitado un informe económico a la administradora del Teatre Principal para determinar a cuánto asciende la partida para hacer frente a los despidos declarados improcedentes, las minutas de los abogados y el dinero que se desembolsó a distintos trabajadores del teatro para evitar que fueran a juicio.

La sentencia reconoce a Bonnín como un trabajador ordinario de la Fundació Teatre Principal de Palma y no como trabajador de alta dirección. A partir de aquí, la indemnización que se ha de pagar se cifra en 157.482,2 euros en lugar de los 11.076,88 euros que recibió cuando finalizó su relación laboral, el 15 de febrero de 2012.

La Fundació Teatre Principal de Palma ha decidido hacer frente a la indemnización que, por ley, le corresponde a Bonnín fruto de su relación de trabajo de carácter ordinario y común con la entidad.

El Principal se encuentra, actualmente, inmerso en un proceso de cambio en la dirección gerencia, que asumirá a principios del mes de mayo Carlos Forteza, elegido a partir de un concurso de méritos público. Una de las primeras medidas que tomará Forteza será definir el organigrama que necesita para realizar el proyecto de Teatre Principal con el que ha ganado el concurso.