Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de cine

Pacientes

En 2010 ganó la Palma de Oro en Cannes Tío Bonmee que recuerda sus vidas pasadas. Película tan inclasificable, críptica, sin apenas acción pero con ese raro don de hipnotizar al espectador en varios momentos. Sólo se me ocurren dos cineastas equivalentes a Weerasethakul, salvando enormes distancias geográficas y culturales. El sueco Roy Andersson y Luis Buñuel (La edad de oro, El ángel exterminador).

Cemetery of splendor sigue la misma línea de Tío Bonmee... Dos horas en las que apenas pasa nada pero que logra otra vez el efecto hipnótico. El argumento va de un hospital montado en una antigua escuela. Dos decenas de soldados convalecen de una extraña enfermedad, una especie de narcolepsia intermitente. Les tratan, además de doctores y enfermeras, una voluntaria de mediana edad y una joven vidente capaz de comunicarse con ellos. La acción, repito una vez más mínima, transcurre en la sala de los convalecientes, los alrededores del hospital, un modesto templo cercano y un parque. Hay un momento de realismo mágico (la visita de las diosas, vestidas como gente corriente), un surrealista juego de sillas en el parque y planos subyugantes como los planos nocturnos con los postes de luz de terapia cromática. Y un tema que justifica el título y la película entera: la escuela/hospital está construida sobre un antiguo terreno sagrado, un camposanto. Cuando los soldados actuales duermen es porque sus reencarnaciones anteriores están luchando en el mundo paralelo. Eso/esto es todo. Película para los amantes del cine de autor, o del cine exótico, o los que busquen historias completamente diferentes, y que tengan paciencia.

Cementery of splendor

Tailandia, Francia, Alemania, 122 min.

***½

Director: Apichatpong Weerasethakul

Actores: Banlop Lomnoi, Tawatchai Buawat, Jenjira Pongbas, Petcharat Taiburi

Cines: CineCiutat

Compartir el artículo

stats