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León Benavente

"En lo musical sonamos oscuros y agresivos, pero no somos negativos ni pesimistas"

"Detrás de este disco hay dos años de gira, una experiencia adquirida y una convivencia"

Abraham Boba, Luis Rodríguez, César Verdú y Edu Baos son León Benavente.

"Busquemos algún lugar al que huir, algún lugar que destruir", cantan León Benavente en un momento de su segundo nuevo disco, una producción más oscura en lo musical, con canciones osadas, "más extremas" que su exitoso debut, y mensajes que hacen de él un álbum "sarcástico e irónico, pero no cínico".

Anárquico en su espíritu, ordenado en su configuración, en 2 (Warner Music), que se publica hoy, se mantiene la idea de un mundo hostil y la búsqueda de reductos de supervivencia que había en León Benavente (2013), el disco que los encumbró, como constató su larguísima gira y los dos Premios de la Música Independiente a la mejor canción y a mejor artista revelación.

"Es cierto que este es un disco más oscuro en lo musical, más agresivo e incisivo, pero no es un disco negativo ni pesimista", precisa el vocalista Abraham Boba, que opina que, aún abundando en temas similares, "aquí hay muchas puertas abiertas".

Referencias cotidianas o muy recientes, como "los pisos vacíos de Seseña", el alunizaje contra la sede madrileña del Partido Popular o "los Bardem" se cuelan sin rechinar en sus letras como material poético perfectamente articulable. En otro momento del álbum, recitan: "Tengo el país que me merezco".

"Lo dice un personaje con el que no nos identifiquemos, pero todos lo hemos pensado en algún momento y me temo que tendremos que seguir haciéndolo algún tiempo más", reconoce el músico, responsable de los teclados en una banda que completan Luis Rodríguez, César Verdú y Edu Baos.

Autores de dos grandes canciones como Ser brigada y Ánimo, valiente, León Benavente sorprendieron a sus seguidores cuando eligieron de forma premeditada como carta de presentación de este trabajo el sencillo Tipo D.

"Puede ser una de las canciones más extremadas respecto al disco anterior, pero más que un corte, en ella aprecio una evolución", apunta el batería Luis Rodríguez sobre un tema que, en su opinión, "resumía muchos de los conceptos estéticos y líricos del álbum".

Del experimento al triunfo

Más fraseado que cantado, se aprecia una "actitud mucho más echada hacia adelante en energía, más osada en la forma de ver las canciones", algo natural en un proyecto que arrancó tímidamente como una prueba con músicos de largo bagaje profesional (por ejemplo, junto a Nacho Vegas) y que acabó siendo una de las revelaciones.

"Detrás de este disco, sin embargo, hay dos años y pico de gira, una experiencia adquirida y una convivencia, lo que hace que vayamos viendo más claramente una dirección natural, en ningún momento pretendida", explica Rodríguez.

En los breves y puntuales espacios sin actividad de esa larga gira, aprovecharon para dejar apuntalados algunos esbozos de canciones. Después de un tiempo saludable "para vaciarse un poco", volvieron sobre ellas y durante casi cuatro meses les dieron forma definitiva, probando nuevas formas y enfoques de composición.

"No queríamos hacer un disco igual, porque para eso ya estaba el anterior", defiende Boba, algo que suscribe su compañero: "Ni ser caricaturas de nosotros mismos", apostilla.

A un par de semanas de meterse en el estudio, un caserío de Andoain (Guipúzcoa) propiedad del músico Kaki Arkarazo, en el que trabajaron recluidos durante una semana, llegó la última muesca.

Se trata del novedoso corte que cierra 2, una "canción-diario" muy larga y con fraseo casi rapeado en tiempo medio, inspirada en los últimos discos de Mark Kozelek, "muy confesionales y cercanos, con letras explícitas del día a día", y en la que hablan de su último viaje por tierras mexicanas.

"La grabación del disco era inminente y teníamos un repertorio claro, pero sabíamos que algo le faltaba. Habíamos pasado mucho en esos meses, las relaciones entre nosotros eran muy peculiares y quise escribirla como cierre del disco y como canción necesaria para nosotros", cuenta Boba.

Hoy viernes arrancará su nueva gira en la sala Hangar de Burgos, concierto al que seguirá otro el 22 de abril en Palma (La Red Club) y, más adelante, presentaciones en el Festival SOS 4.8 de Murcia, en Madrid (sala Joy Eslava, 19 de mayo) y en el Low Festival de Benidorm (Alicante) y Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos), entre otras citas importantes, como la del Bilbao BBK Live, donde compartirán cartel con grandes nombres, caso de Soulwax, 2manydjs, Blood Red Shoes o Little Scream.

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