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Literatura

Una novela sobre "el peor crimen del mundo"

Carles Porta ganó el Godó de Periodismo con 'Le llamaban padre', una investigación sobre un caso de pederastia. Ayer visitó la isla con éste y otro libro, dedicado al 'president' Puigdemont

Carles Porta sostiene sus dos últimos libros, ayer en Palma. guillem bosch

El periodista, escritor y director de cine Carles Porta (Vila-sana, Lleida, 1963), que se dio a conocer en el mundo de los libros en 2005 con Tor, la montaña maldita y más tarde con Fago, título que hace referencia al pueblo altoaragonés donde en 2007 un vecino asesinó a su alcalde, Miguel Grima, visitó ayer Palma para promocionar sus dos últimos escritos: Le llamaban padre, premio Godó de Periodismo por una investigación sobre pederastia, y L'amic president, en el que retrata, de modo amable, aspectos íntimos de Carles Puigdemont.

Le llamaban padre es el resultado de una profunda investigación sobre el llamado caso Castelldans y disecciona lo que ocurrió durante 17 años en una casa de acogida de menores desamparados, de los que abusó su tutor, David Donet, que fue condenado a 51 años de cárcel y aceptó la pena.

Una historia que a Porta le llegó hace tres años, cuando detuvieron a Donet. "Fueron las circunstancias las que me empujaron a escribir esta novela. ¿Por qué? Porque yo salía a correr con el policía que investigó el caso (...) Lo que iba descubriendo le superaba constantemente y necesitaba contarlo. El juez que instruyó el caso fue becario mío y el pederasta, estando en la cárcel, también quiso hablar conmigo, por lo que el acceso fue fácil", recuerda.

Porta afirma que "los pederastas siempre dan repulsión", a diferencia de los asesinos, que "provocan un cierto interés, morbo o atracción". De ahí que se planteara como "un reto" escribir sobre "algo horrible de una manera que la gente pudiera pasárselo bien leyendo pero que entrase en ese caso tan sorprendente y asqueroso pero a la vez explicativo e indicativo como es un caso de pederastia".

Su novela, escrita en primera persona, presenta los testimonios de cuatro protagonistas: Santi, la principal víctima; el policía que descubre el caso y lo investiga; David Donet, el pederasta;y Montserrat Juvanteny, la presidenta de la fundación que, bajo supervisión de la Generalitat, enviaba niños a Donet.

"Para escribir el libro entrevisté a catorce personas y con el pederasta me reuní hasta en siete ocasiones en la cárcel", apunta. Una investigación periodística de muchos meses, lejos del periodismo-espectáculo que Porta detesta y que evita cualquier emisión de juicios. "A mí me obsesiona retratar la realidad de la manera más neutra posible. El hecho de escoger, de ordenar los relatos ya implica un posicionamiento. No me ha costado no juzgar, quedarme fuera, porque es mi vocación como periodista. Creo que el periodista no debe ser protagonista y en todos mis trabajos siempre intento que mi intervención sea la menor posible. Que sea el lector el que juzgue", subraya.

Porta lamenta que se hable "muy poco de pederastia en los medios de comunicación" y afirma que precisamente esa ausencia de información y denuncia "ha sido la mejor arma de los agresores. El silencio es la mayor complicidad y protección de los pederastas. Las victimas necesitan que se hable de esto", espeta un hombre que considera la pederastia, el "robar la inocencia de un niño", como "el peor crimen del mundo".

Un 'presi' "dialogante y honesto"

Carles Porta también es noticia por la publicación, el pasado 9 de marzo, de L'amic president. Un libro sobre el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que regala al lector aspectos íntimos del gobernante y de su relación de amistad forjada en los años de la universidad.

"Puigdemont es un líder discreto y honesto hasta la médula. Le conozco desde hace 30 años, no me ha engañado nunca y nunca le he visto hacer trampas. Tiene las ideas muy claras y es independentista desde que le conozco. En los años 80 ya era independentista pero creía que la independencia de Cataluña llegaría dentro de 300 años. Ni se imaginaba lo que estamos viviendo", afirma, para añadir con voz firme: "No es una persona rompedora y es muy dialogante. Trabaja para la gente, busca su bienestar. En esta legislatura, no declarará la independencia".

En su relato, recorre hechos claves de la vida de 'Pu gi' -así le llama-, como el grave accidente de tráfico que sufrió en 1983 y que estuvo cerca de costarle un ojo; su relación con su esposa, la rumana Marcela Topor; o su amor por París y Drácula.

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