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Crítica de teatro

El poder y la erótica

Únicamente el Teatre Principal de Palma puede (y debe), en nuestro ámbito, afrontar un montaje como El balcó, con una vistosa puesta en escena y abundancia de (excelentes) intérpretes. De nuevo contamos con la presencia de Rafel Duran, mallorquín y uno de los grandes constructores de espectáculos en Barcelona, que en 2009 rozó la perfección con su lectura de Mort de dama. Su trabajo en nuestro escenario público de referencia tendría que ser bastante más habitual.

La obra, en mi opinión, ya es otra cosa. Con todo respeto, tengo serias dudas de que Jean Genet (en conjunto) sea un clásico: entre los setenta y los ochenta, nos tragamos sin deglutir cuanto hasta entonces se nos había prohibido, y por ahí nos llegaron maravillas, pero también material de coyuntural validez. El balcó (un torrente interminable de palabras, con un halo poético, pero de persistente redundancia) data de 1956 y se inspira en los 30: un obispo, un general, un juez y un jefe de policía en un burdel constituía entonces piedra de escándalo. La revolución a las puertas, el juego entre realidad e ilusión, propuestas estimulantes. Avanzado el siglo XXI, asistimos a esta (bella) ceremonia con escepticismo, incredulidad y (mil perdones) aburrimiento. Con la misma mala uva, igual de poético, pero infinitamente más sintético, Brassens (por ejemplo) resulta mucho más vigente que Genet.

En contrapartida, El balcó aporta una estética magnética, fruto, una vez más, del excelente trabajo de Duran, Domènech, Lladó, Fuster y compañía, y una selección de fantásticos intérpretes mallorquines, enfrentados a personajes acartonados.

El balcó

Teatre Principal (Palma)

Autor: Jean Genet. Traducción: Carme Serrallonga. Dramaturgia y dirección: Rafel Duran. Intérpretes: Sergio Baos, Maria Bauçà, Catalina Inès Florit, Xavier Frau, Rodo Gener, Lluqui Herrero, Aina Jagla, Santi Pons, Maria Rosselló, Miquel Àngel Torrens, Xim Vidal y Joan Miquel

Artigues (voz). Espacio escénico: Rafel Lladó. Vestuario: Rafel Lladó y Antònia Fuster. Iluminación: Maria Domènech. Banda sonora: Jaume Manresa.

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