Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Jorge Ruiz: "Mis canciones tienen la vocación de ser cantadas, no solo escuchadas"

"Desde la confianza en el ser humano le escribo al amor propio, en miles de formas" - "La música es imprescindible y no deja de ser un bálsamo, un refugio para mucha gente"

Jorge Ruiz, líder del grupo Maldita Nerea, durante uno de sus conciertos. efe

-¿Cómo está digiriendo los atentados de Bruselas?

-Con sorpresa y preocupación, por más que pretenda anestesiarme con la vida que llevamos. Todo esto está pasando aquí al lado, a muy pocos kilómetros, y nos despierta recuerdos de episodios similares que ocurrieron en Madrid.

-Por su condición de viajero, ¿percibe un miedo latente a su alrededor?

-No, eso no lo percibo. Lo que pasa es que la sociedad en la que hemos elegido vivir le resulta fácil señalar la oscuridad. Soy de los que piensan que pasan millones de cosas mil veces buenas que malas. Lo que pasa es cuando pones el foco en algo tan terrible como lo que ha pasado tienes la impresión de que eso está sucediendo todos los días. Pero no es así. Yo no soy capaz de sentir miedo por todo esto. Mi vida es un muy plena y el miedo no va a hacer que tome decisiones en su nombre, pase lo que pase. No me siento inseguro.

-¿La música funciona como refugio?

-La música es un dinamizador de la vida. Todo es mucho más intenso con la música y la verdad, hace que todo sea mejor con ella. La música es totalmente imprescindible para el ser humano y en este sentido no deja de ser un bálsamo, un refugio para mucha gente que se evade a través de ella.

-¿Usted escribe canciones para que la gente se sienta mejor?

-Sí, ese es mi leitmotiv. No es solo entretener o hacer que la gente. Al final de cada canción hay una intención inconsciente de que el oyente se encuentre mejor que cuando empezó a escucharla.

-¿Ya le ha puesto rostro a su público?

-Tengo mucha suerte en este sentido. Después de los conciertos siempre me quedo a hablar con la gente y ahí tengo la oportunidad de escucharles, sobre lo que opinan y lo que sienten ante lo que acaba de pasar. Me gusta escuchar a mi público, no solo funcionar como emisor de señales, y eso es una ventaja.

-¿Qué valores defiende un grupo como Maldita Nerea?

-No soy de los que creen demasiado en los valores, creo más en el ser humano, y hay una cosa que éste no puede perder: la confianza. Desde este prisma yo le escribo al amor propio, en miles de formas: en una canción de amor, una historia entre un padre y un hijo, un suceso acontecido en alguna calle... Para mí, el proyecto ético por excelencia es la mejora del sistema educativo, lo que yo llamo educación en la confianza. Que nadie mitigue la confianza que llevamos de serie.

-Adalid del optimismo, ¿las canciones tristes caben en su cancionero?

-Claro. Las hojas no pueden estar siempre verdes, forma parte de la vida. Qué aburrido si solo soy capaz de contar un lado de la moneda. Como soy vitalista me encantan las historias con final feliz pero eso no significa que no quiera contar las que no lo tienen. Muchas de las canciones de Maldita Nerea tienen una historia turbia, de las de tocar fondo, detrás. Por ejemplo, Con una estrella en cada mano, que habla expresamente de la culpa, una de las sombras del ser humano.

-¿Siempre supo que su camino pasaba por la música?

-De pequeño tenía un sueño, muy real, que aún lo tengo como una foto en mi cabeza, en el que estaba de espaldas a una cámara y lo que estaba enfrente era una audiencia. Yo aparezco con un micro, pero no me enfocan a mí sino a otro. Es un sueño que está conmigo desde que tengo conciencia, desde que tengo recuerdos. Hace poco descubrí que ese sueño se había hecho realidad sin darme cuenta, sin perseguirlo expresamente. Iba hacia él. Por eso mis canciones tienen la vocación de ser cantadas, no solo de ser escuchadas. Si la gente del público no la canta, es retirada del repertorio. Es un sueño que tiene mucho más que ver con escuchar que con emitir.

-Usted escribe canciones desde los cinco años. ¿Sus padres entendían ese sueño?

-Es que cuando manifestaba ese sueño ni yo mismo me lo creía. Es muy difícil que uno pueda encontrar apoyo si tu mismo no te lo crees. Ahora bien, en el momento en que yo dije 'esto va en serio', ahí sí que recibí un apoyo expresamente. Yo soy de los que piensan que cuando tu padre te dice 'ten cuidado con eso' o 'esto no lo hagas', ya te está ayudando porque te está poniendo una referencia. Un día me pregunté: '¿como sabes que vas a ser músico si no has dado un concierto en tu vida?' Tenía pavor al escenario. Pero un día lo hice y me demostré a mí mismo que podía hacerlo.

-¿Qué satisfacciones está encontrando en esta gira acústica?

-Había una cosa que me incomodaba antes de empezar la gira, y era tocar la guitarra, porque mis manos, que las uso para comunicar, no podía utilizarlas con ese fin. Al final me ha acabado gustando.

-¿Qué han preparado para el Trui Teatre?

-Le tenemos muchas ganas a Mallorca, porque hace tiempo que no tocamos ahí. Mallorca siempre me ha tratado bien y tengo muy buenos amigos. Es una isla que me gusta mucho, viviría en ella. Haremos que el público interactúe mucho. Puede pasar cualquier cosa. En el primer concierto de la gira un chico le pidió matrimonio a su pareja en plena canción; nos lo contó en directo e imagínate, aquello fue una fiesta. En el concierto de Granada otro chico nos pidió si podía cantarle a su chica que le quería mucho. Se atrevió, le echo narices y subió al escenario. Que el público nos cuente lo que quiera.

Compartir el artículo

stats