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Entrevista

Alejandro Roy: "Cuando estrenas personaje partes de cero y puedes hacer algo nuevo"

Nacido en Asturias y formado en Florencia, ha interpretado las obras más brillantes de la zarzuela y muy diversos roles dentro de la ópera. En Palma...

Alejandro Roy, ayer en el escenario del Principal.

-¿Qué opinión le merecen los títulos programados para esta Temporada: 'I Pagliacci' y 'Cavalleria', 'Salomé', La traviata', 'Il barbiere di Siviglia' y 'Nabucc0'?

-Son muy interesantes y sobre todo, populares. Hay un público de toda la vida que quiere ver esos títulos que conoce a pesar de que se diga que son los que siempre se programan. Y también hay gente que no los ha visto nunca y tendrá la oportunidad de descubrir obras muy populares desde su estreno.

-¿Es peligroso el factor riesgo al programar?

-El riesgo es valiente y el público también lo agradece. Es un incentivo para venir a la ópera.

-¿Qué relación mantiene con el Teatre Principal de Palma?

-Aquí he actuado en dos ocasiones: con La Bohème hace cinco años; y tiempo atrás, con Le Villi de Puccini. En las dos estuve muy a gusto y me sentí bien acogido por el público.

-¿Siempre se siente bien en la piel de Canio y Turiddu?

-Son dos personajes muy ricos, con los que uno puede aportar muchísimo, tanto vocalmente como actoralmente. Es fácil identificarse con lo que quieren transmitir. Y son muy exigentes. Canio y Turiddu son distintos. El primero exige una voz muy grave, muy de fuerza y actoral, mientras que Turiddu pide una vocalidad mucho más lírica, más aguda, de fraseos más largos y, actoralmente, es completamente distinto. Canio es duro, un personaje que se mantiene siempre al mismo nivel, con unas puntas hacia arriba en cuanto a la desesperación y celos; sin embargo Turiddu está siempre arriba y abajo, con unos cambios enormes de ánimo, lo que hace que al cantante se le exija un poco más.

-Precisamente será en Palma donde debute con Turiddu.

-Un debut es como ponerse unos zapatos nuevos. Hay que ir viendo como te encuentras con ellos. Se tiene la ventaja de que partes desde cero y puedes hacer algo muy nuevo. Sin embargo cuando algo ya lo has cantado tienes que reinventar sobre lo que ya has hecho.

-¿Qué admira de Alberto Mastromarino, con quien compartirá protagonismo en las dos óperas?

-He coincidido con él en varias ocasiones en Italia. Cantamos juntos Tosca en la Arena de Verona y también en Trieste. Es un compañero fantástico. Le admiro mucho como cantante y también como actor. Cuando hace Scarpia es grande, al igual que con Tonio y Alfio. Ves en él a esos personajes. Sabe cambiar perfectamente. Es un gusto trabajar con él.

-En Pagliacci y Cavalleria rusticana encontramos hasta cinco voces mallorquinas entre los protagonistas. ¿Mallorca puede presumir de cantantes sobresalientes?

-Trabajando con ellos estos días he visto que están todos a una enorme altura. A María Luisa Corbacho la había visto en dos ocasiones, cantando Aida y El trovador, y ya me había sorprendido, me parecía fantástica. Cuando supe que cantaría en Palma Cavalleria con ella, me gustó mucho la idea. Siempre que estén a la altura hay que apostar por las voces del lugar donde se representan las óperas.

-El pasado jueves falleció Miguel Roa, el embajador de la zarzuela. ¿Cómo le recordará?

-Trabajé con Miguel Roa en muchas ocasiones, en el Teatro de la Zarzuela, del que fue director musical durante más de 25 años. Me duele mucho su pérdida. Me gustaba mucho su forma de trabajar. Era entusiasta en su trabajo. Nunca quiso dejarlo.

-¿Echa en falta maestros como Roa, tan comprometidos con la música española?

-Sí y no. Se hacen muchos esfuerzos por recuperar obras perdidas. El año pasado, por ejemplo, hicimos Curro Vargas de Chapí [papel que le valió a Roy el galardón al mejor cantante de ópera española o zarzuela en los premios líricos del Teatro Campoamor]. Yo intento aportar lo que puedo y es cierto que Miguel Roa lo hizo toda su vida, intentando encontrar partituras perdidas u olvidadas, que las hay a cientos.

-¿La zarzuela puede sacar pecho o continúa convaleciente?

-El mundo de la zarzuel y de la ópera está viviendo un momento difícil en cuanto a que hace unos años se publicaban muchas grabaciones y discos. Hoy el mercado ha cambiado mucho y por ese lado perdemos mucho.

-Como cantante, ¿sigue ganando repertorio?

-Dependemos de los teatros y de las ideas que tengan para cada producción. Estoy haciendo muchas obras nuevas: Curro Vargas de Chapí, Pelayo de Mercadante, Mis dos mujeres y Jugar con fuego de Barbieri... Se siguen haciendo siempre los mismos títulos y cuando uno tiene un repertorio evidentemente te llaman para repetir por ejemplo Tosca, Carmen o Pagliacci, pero siempre que puedo, intento hacer algo nuevo.

-¿Qué papeles operísticos le han brindado momentos mágicos, inolvidables?

-Cavaradossi de Tosca, con el que he hecho varios bises, uno de ellos en la Arena de Verona; y don José de Carmen, personaje que me ha aportado mucho.

-¿Qué le espera en 2016?

-Cantaré Turandot en varios teatros de Italia. Será una gira larga, en la que también me veré con Carmen y Tosca.

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