La máxima autoridad religiosa de Arabia Saudí ha declarado la guerra al ajedrez porque considera que este deporte mental es "una obra de Satanás" como el alcohol, además de constituir "una pérdida de tiempo y dinero". Según el gran mufti, el jeque Abdulaziz al Sheij, "el ajedrez es una forma de juego en el peor sentido de la palabra, que genera enemistad y odio entre los que lo practican". Estas palabras han tenido mucho eco internacional y, por supuesto, ha indignado a los ajedrecistas de su país. En Balears, los profesionales desmontan punto por punto las argumentaciones del líder religioso saudí, además de acusarlo de querer prohibir el ajedrez porque tiene miedo de que sus fieles puedan pensar con lógica ya que, según los expertos, el ajedrez "mejora la inteligencia". Así se postula el presidente de la Federació Balear d'Escacs, Carles Vich:"Es bastante probable que la máxima autoridad religiosa declare la guerra al ajedrez para que la ciudadanía no piense. Un pueblo que no piensa es un pueblo que obedece. Es una forma de mantener controlado al rebaño". Vich recuerda las palabras del escritor francés Renan, quien dijo que "el medio de no cambiar es no pensar". La Gran Maestra mallorquina Mónica Calzetta abunda en que este deporte es un juego que ayuda a razonar. "Tiene miedo de que la gente piense. Si sus seguidores no piensan, los podrá controlar mejor", argumenta. "La gente que no piensa es más fácil de gobernar", añade el organizador de torneos, Sebastià Nadal. "Lo debe decir porque tiene miedo a que la gente sea lista", añade.
Y es que precisamente, los ajedrecistas consultados no han dudado en remarcar los beneficios que aporta la práctica de este deporte mental. "El ajedrez ayuda a pensar y sus virtudes son múltiples: concentración, memoria, creatividad, autocrítica, intuición, imaginación, capacidad de síntesis y deductiva... Unas cualidades que son muy beneficiosas para los más pequeños", describe Vich. Calzetta remarca que el ajedrez enseña a los niños a razonar y a pensar con criterio propio. También ayuda a que su pensamiento sea más flexible, además de que aprenden a resolver un problema de la mejor manera. Todos estos beneficios son una buena herramienta para la vida misma.
El Gran Maestro menorquín, Paco Vallejo, sentencia que "está más que claro que el ajedrez tiene muchas virtudes para los niños". Lo equipara al nivel del lenguaje en el aspecto del aprendizaje porque tiene su propio lenguaje cerebral. "A nivel personal, he notado que aporta mucha capacidad de concentración y desde muy pequeños interiorizas una capacidad de tomar decisiones porque eres consciente de que tus decisiones traen unas consecuencias. Todo ello, te ayuda en la vida porque te enseña a ser flexible, equilibrado", resume.
Con todos estas beneficios, nadie duda de que el ajedrez es una buena herramienta educativa. Así, Vallejo, Calzetta y Vich son unánimes al destacar que está demostrado que su práctica mejora el rendimiento escolar de los niños y niñas. "La reciente proposición no de Ley aprobada en el Congreso de los Diputados de implantar el programa Ajedrez en la Escuela en el sistema educativo español, de acuerdo con las recomendaciones del Parlamento Europeo, es un paso adelante para que el ajedrez se introduzca definitivamente en las escuelas", señala Vich mientras Calzetta recuerda que todos los partidos políticos se pusieron de acuerdo para que el ajedrez entrara en las aulas, "algo que nunca antes había sucedido". Asimismo, la Gran Maestra, que también imparte clases de ajedrez, afirma que los padres de sus alumnos le confiesan que desde que sus hijos practican este deporte sacan mejores notas.
Juegos de azar
Otra de las críticas del líder saudí fue equiparar este deporte mental a los juegos de azar. Vich refuta este argumento. "En absoluto es un juego de azar. Esta afirmación demuestra el poco conocimiento que tiene la máxima autoridad religiosa de Arabia Saudí sobre el ajedrez. El ajedrez no se basa en el azar, es un juego racional donde cada jugador decide su movimiento en base a unos planes y de la estrategia (que hacer) y la táctica (como hacerlo)". Asimismo, el gran mufti lamenta que el ajedrez hace pobre al rico y rico al pobre, pero precisamente, los expertos coinciden en que el hecho de que el ajedrez iguale a todo el mundo es una de sus mayores virtudes. "Es de los pocos deportes donde se puede ver habitualmente que un niño gane a una persona adulta", comenta Vich mientras Vallejo dice que es muy bonito que un niño pueda jugar con su abuelo al ajedrez. "Todo el mundo es igual. Solo se necesita un tablero para practicarlo, por ello, es uno deporte muy extendido y muy igualitario porque todos los jugadores parten en igualdad de condiciones", reza Calzetta.
