Inmerso en la que será su próxima película, Incerta glòria, adaptación de una novela de Joan Sales de 1956, y con la ilusión puesta en los Gaudí y los Goya, galardones, estos últimos, que se entregarán el próximo 6 de febrero en Madrid y a los que concurre con El rey de la Habana en tres categorías, Agustí Villaronga hizo ayer un hueco en su agenda para recibir la Medalla d'Honor de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià. "Un reconocimiento importante -en palabras del cineasta-, al recibirlo en mi isla, en la que nací y en la que están mis compañeros, aunque yo tuve que desarrollarme en gran parte fuera. Me gusta que me hagan caso en mi tierra, donde nunca he sentido rechazo. No sé qué deben decir a mis espaldas pero nunca he notado nada feo hacia mí en Mallorca".

El director de películas premiadas como El niño de la luna, Pa negre o Aro Tolbukhin: en la mente del asesino fue distinguido en el transcurso de un acto solemne celebrado en Can Campaner, convirtiéndose así en la segunda personalidad en recibir la Medalla d'Honor de la Acadèmia, después del barítono Joan Pons.

Durante la ceremonia, en la que no faltó la música, a cargo de la Coral Universitat que dirige Joan Company, el presidente de la institución, Josep Prohens, destacó que Villaronga "tiene la marca de un sello propio".

"Siempre he hecho lo que he querido en mi trabajo, pero con matices; he intentado ser consecuente con lo que pienso y ajustarme a lo que me gusta", confesó Villaronga a este diario minutos antes del inicio del acto. "Al principio de mi carrera -añadió- me partía la cabeza contra muros que no lograba atravesar hasta que llegó un momento en que me di cuenta que tenía que relajarme y atender las propuestas que venían de fuera. Así empecé a acostumbrarme a escuchar lo que me ofrecían las productoras y ver si podía aportar algo o no y el margen que me dejaban. Porque levantar proyectos míos pocas veces me ha pasado desde hace tiempo. Tanto Pa negre como El rey de la Habana e Incerta glòria son proyectos que han nacido en productoras aunque yo los asumo como propios".

La Acadèmia, que decidió por unanimidad conceder la Medalla a Villaronga, también quiso subrayar la "sinceridad" de su trabajo para llegar a "un público que no siempre está preparado para entender todo lo que Agustí quiere expresar con su arte".

"No es que me haya sentido incomprendido en alguna ocasión pero sí que el público no entra en según qué planteamientos o historias, como ha sucedido con El rey de la Habana, que ha funcionado mal a nivel de espectadores. Eso me da pena y me frustra un poco porque pongo todo mi cariño", se sinceró.

"Lo importante de una película es que se vea y si gusta, mucho mejor. Los premios están muy bien y me alegran, como me está pasando con los Gaudí, con 12 nominaciones que afectan a todo el equipo de la película, con lo cual es un reconocimiento global. Pero yo no persigo ni los premios ni el dinero. Ocho apellidos catalanes no sabría hacerla, aunque me parece genial que exista una película como esa", subrayó.

Pese a declarse "poco amigo de los tumultos", Villaronga acudirá a la gala de los Goya como "mascarón de proa" de El rey de la Habana. "Me apetece volver. En Pa negre me lo pasé tan bien... fue una noche que la disfruté", recordó el director de un largometraje que se alzó con nueve 'cabezones'.

"En los Goya tengo pocas expectativas y sí cae algo, estupendo. Me gustaría que le dieran el premio a mejor dirección de fotografía a Josep M. Cirit, con el que hace muchos años que trabajo. Que se lo den a Yordanka Ariosa -finalista como mejor actriz revelación- lo veo difícil, al ser extranjera, pero su fuerza como actriz está en los genes; y creo que yo no tengo muchas posibilidades -como mejor guión adaptado- frente a Fernando León de Aranoa por Un día perfecto, una muy buena película. En realidad iré muy tranquilo, a pasar el rato", apuntó con una sonrisa.

Sobre su próximo proyecto, Incerta glòria, señaló que fue la productora Isona Passola la que le propuso llevar al cine la novela de Joan Sales, que comenzará a rodar en tierras aragonesas a partir de la próxima primavera. "Isona me conoce mucho y siempre va con tiento. Yo lo hizo con Pa negre. Al principio, cuando me la ofreció, yo dudaba de esa película, pero ella insistió e insistió. Era difícil de adaptar, al igual que Incerta glòria. Sintetizar mil páginas que tiene la novela en dos horas no ha sido fácil sino arduo".

Villaronga aclara que Incerta glòria será "una película de amor" en "unos tiempos difíciles", con el telón de fondo de la Guerra Civil y el bando republicano, y para la que ya ha elegido a sus protagonistas: Marcel Borràs, Oriol Pla, Núria Prims y Bruna Cusí.