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Crítica de ballet

Nuez moscada

De sabor algo dulce, esa parte de la semilla del árbol mirística se utiliza en occidente como especia para aderezar, sobre todo, guisados que contengan patata así como otras recetas con carnes y platos horneados.

La nuez moscada es un condimento que le da un sabor curioso a la gastronomía. Si no se abusa de él, permite un toque de distinción a los platos.

En nuestro entorno es apropiado utilizar la nuez moscada en los escaldums navideños que muchas familias todavía tienen como plato obligado en estas fechas.

No hay que romper la tradición, los escaldums, la Sibil·la, el turrón, el Oratorio de Navidad de Bach, el Messias de Haendel y El Cascanueces de Tchaikovsky deben estar en nuestras agendas de final o principio de año.

Así pues es buena noticia que el Teatre Principal de Palma vuelva a presentar esa producción propia que del famoso ballet han dirigido Laura Macías y Gavin De Paor, con un más que correcto cuerpo de baile, con unos solistas destacados, acompañados todos por nuestra Simfònica que una vez más se adapta al foso para una gala de danza. Siempre es un valor añadido disponer de la música en directo. Mucho mejor en vivo que en lata.

Vayamos con las valoraciones. La expresión "más de 40 artistas en escena", tal como se lee en el programa de mano, suena mal, demodé como mínimo. Pues bien, el grupo de bailarines es irregular. Algunos bien podrían aparecer en otros escenarios pues poseen técnica suficiente, otros en cambio deben pulir sus movimientos hasta mejorar esos saltos que suenan (es literal) a demasiado gravitatorios. En el ballet el concepto de pluma, de antigravedad, es necesario, si no, nada es creíble. Destacables las parejas de música popular del segundo acto y de entre ellas la de los acróbatas indios.

Michael Revie y Ryoko Yagyu salieron vencedores como dúo protagonista. Ellos sí saben volar (es un decir).

La orquesta, con Joji Hattori al frente, dejó menos huella que en otras ocasiones. El director no supo sacarle la ligereza y el frescor que la partitura pide. Sonó un tanto pesada, poco etérea. De todas maneras más vale un directo en mano que cien grabaciones volando.

Bien las luces, el vestuario y la escenografía, con algunos curiosos guiños al público infantil, que, afortunadamente, era considerable.

El Cascanueces

Teatro Principal de Palma

De Tchaikovski. Producción del Teatre Principal. Orquestra Simfònica de Balears. Joji Hattori, director.

Teatre Principal de Palma. 09-01-15.

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