­La Associació d´Actors i Actrius Professionals de les Illes Balears criticó ayer a través de un comunicado las bases del concurso público para elegir al nuevo director-gerente del Teatre Principal.

En primer lugar, el colectivo señaló sentirse desconcertado por la indefinición de la plaza: "la convocatoria se refiere a la selección de un director-gerente al que se le pide a la vez, y como mérito (no como requisito), formación y experiencia tanto en el ámbito jurídico, económico y de dirección de empresas como en el sector artístico". Los actores tienen la sensación de que se está buscando una persona experta en todas estas cuestiones y que asuma a la vez las labores de la gerencia y de la dirección artística. "Sin embargo, en el presupuesto del teatro para 2016 hay una partida de 48.532,50 euros destinada al concepto ´director gerente´ y otra partida de la misma cantidad para ´dirección artística´. Así, pues, entendemos que, efectivamente, la plaza que se convoca es para la gerencia de la Fundación y que por tanto la dirección artística vuelve a ser, otra vez, elegible a dedo". Otro de los puntos que les ha sorprendido es la inexistencia de un baremo de puntuación que establezca unas prioridades en el apartado de los méritos. "Una falta de rigor" que se acentúa "si tenemos en cuenta que se pide a los aspirantes la presentación de un plan de gerencia en el cortísimo plazo de 20 días desde la publicación de la convocatoria en el BOIB", reza el comunicado. Los actores también critican que los encargados de seleccionar a los candidatos sean exclusivamente un representante del Govern, Ayuntamiento de Palma y Consell, "y que estos hagan una propuesta de tres finalistas y que en última instancia quien escogerá según su criterio personal es el presidente de la Fundación, que no es otro que el mismo presidente del Consell". Así, la AAAPIB solicita un jurado cualificado y experto del sector que escoja al ganador a partir de criterios objetivables.

Por último, los actores constataron que una vez más el Principal volverá a invertir mucho más en lírica que en teatro, "un desequilibrio presupuestario escandaloso".