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Entrevista

Jordi Mollà: "El cine español debe ser valiente y sacarse el polvo de la chaqueta"

"Como pintor soy como un ladrón con las mejores intenciones. Robo ideas sistemáticamente"

Jordi Mollà, en el Nuru Restaurant junto a sus creaciones. guillem bosch

Habla pausado. Mantiene interesantes silencios que culmina con frases rotundas. Es Jordi Mollà. El artista se encuentra en Palma porque hoy a las 20 horas inaugura la exposición Mujeres del Renacimiento y un Elefante en el Nuru Restaurant, en Santa Catalina. El catalán ha creado ocho obras inspiradas en mujeres del renacimiento italiano, más otra de un elefante. En total, nueve piezas exhibidas en un restaurante con el fin de que el visitante "se haga amigo del arte".

-¿Qué papel juega un elefante en una muestra sobre mujeres del renacimiento ?

-Es un título que expresa lo que es. En realidad la exposición son ocho mujeres del renacimiento y un cuadro de un elefante. Me parece el mejor título que le he puesto a una exposición en mi vida. Me salió tan natural que creo que lo voy a empezar a aplicar. Decir estrictamente lo que es.

-¿Qué simboliza el elefante?

-Es un animal que me gusta. Se dice que simboliza la sabiduría, pero básicamente es que me gustaba el elefante, igual que me gustan las moscas más que nada porque en inglés se llaman fly, como volar. De todo el arsenal que tengo en mi cabeza, había pensado hacer pinturas con la palabra fly. Incluso Dalí ya hablaba sobre las moscas. Además donde hay moscas hay buena comida.

-¿Por qué una exposición en un restaurante y no una galería?

-Me gusta hacer muestras en sitios que no sean la típica cosa seria de la galería. Prefiero que sea más dinámica, más espontánea, más democrática para que la gente se divierta. En un restaurante, por ejemplo, consigues que el visitante pierda el respeto a la obra, así, el arte se acerca a la sociedad. Una galería impone. Me gusta un restaurante porque uno cena junto a un cuadro y con una copa de vino igual ve cosas que antes no veía y se hace amigo del cuadro. La idea es que la gente se haga amiga del arte poniéndolo en la calle o en un restaurante.

-¿Qué mujeres emblemáticas del renacimiento italiano inspiran sus obras?

-No sé el nombre de ninguna, excepto el de La Mona Lisa. Lo que me importaba era trasladar una mujer de hace 400 años a día de hoy. Son como Madonnas, como iconos para mí. Incluso alguna puede parecerse a Lady Gaga o a Nicki Minaj.

-Además les da la palabra. Sus cuadros vienen con mensaje.

-Necesito poner palabras. Estéticamente me gustan las palabras y los símbolos. Tengo una idea y debo encontrar a un matemático de altísimo nivel que me demuestre matemáticamente con una mega fórmula que Dios existe o que no existe. Imaginarme un cuadro con una fórmula/ecuación que demuestre científicamente que Dios existe, me parece una obra de arte a toda potencia.

-¿Y si ahora tuviera que crear un cuadro sobre el resultado electoral, qué pintaría y qué frase incluiría?

-Pintaría a una mujer con el pelo rojo, con una mano en el corazón y con la frase "tiene que verse bonito para que sea político".

-¿Cómo se define como pintor?

-Como un ladrón con las mejores intenciones para robar lo mejor de lo que veo o de lo que me parece estimulante. Cuando voy al cine y veo una película que me gusta, le besaría los pies al actor o al director. En cambio, cuando no me gusta, me da la sensación de que yo tampoco me gusto y que no vale la pena. Ese es el ladrón. Robo sistemáticamente ideas.

-¿De sus facetas como actor, director, escritor y pintor, cuál mantiene más activa?

-Todas se complementan pero llevan ritmos diferentes. Acabo de escribir un guión y ahora lo tengo que mandar a un productor en Madrid y tengo otro proyecto en estado de financiación. Hace poco estaba reescribiendo y he terminado de rodar en México y en Italia hace dos meses. Tengo pendiente de estreno Criminal con Kevin Costner, que llega en abril.

-¿También hace de malo?

-Es un tío que dice la verdad, dice que estamos en manos de los gobiernos, del sistema financiero, de los bancos... Es malo porque lo que propone es una revolución a gran escala. Es alguien que habla demasiado.

-¿El actor español más internacional pero que trabaja poco en España?

-Me gustaría trabajar más. No sé por qué no trabajo más en España. Creo que soy un actor bastante decente y podría hacer personajes en mi propia lengua. Me ofrecen películas en todas partes, en Chile, en Francia, en Italia, en Inglaterra... Es una pena.

-¿Qué películas acaba de rodar en Italia y México?

-En Italia rodé una película estéticamente muy interesante que se llama El Manuscrito mientras que en México grabé una comedia romántica, Buscando a Inés.

-¿De chico malo cambia a chico bueno?

-A chico bueno, guapo, seductor... Es que aquí solo llegan las películas americanas pero cada cosa tiene su espacio, si no me volvería loco y estaría más infeliz. Pero es que el mercado americano está encasillado.

-¿Si tuviera que unir cine y pintura, qué pintor llevaría a la gran pantalla?

-A Dalí, sin duda. Soy un gran paranoico como él, bastante narcisista y catalán. Me acaban de ofrecer un proyecto pero no sé lo que va a pasar porque si hago de Dalí solo lo puedo hacer una vez en la vida. Dalí es inabarcable e igual tendría que proponérmelo yo porque tengo claro el ángulo que quiero darle. Me han propuesto cuatro veces hacer de Dalí pero no he visto el ángulo idóneo.

-¿Qué radiografía hace del cine español?

-El cine español es un cine muy plural, en los 90 todavía lo era más pero luego empezó a no atreverse tanto. Lo bueno sería que el cine en España no pierda la pluralidad que tiene de abordar diferentes temas y, sobre todo, que el peso sobre las espaldas no sea tanto y sea valiente para sacarse el polvo de la chaqueta y continuar.

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