-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿El catalán está fuera de peligro?”
-Sigue en peligro, no se ha llegado a la normalización. La situación con este Govern no se puede comparar al anterior. Consiguió unirnos, tiene mucho mérito.
-Redactó la Llei de Normalització para Gilet padre.
-Fuimos acusados de conservadores por personas que hoy la defienden. El conseller nos reúne en la primera sesión y nos dice que “el Gilet de ahora no tiene nada que ver con el de años atrás”. Después supimos que había pedido la exención de catalán para su hijo.
-El idioma ha estado ausente de la campaña.
-Han hablado muy poco, como si estuviera todo resuelto. Me gustó que, cuando Albert Rivera se refirió al “balear”, Yllanes le replicara, y desde Podemos, qué era esa lengua imaginaria.
-¿Una lengua necesita un Estado?
-Si tiene un Estado detrás, es más fácil que las cosas mejoren, pero puede que se llegue tarde. Ahí está Irlanda, son independientes y no han recuperado la lengua histórica. Aquí, el catalán es salvable.
-¿Bauzá logró que el mallorquín se llamara catalán?
-El catalán es la denominación más asumida, pero vivo en Montuïri hace diez años y entiendo que todavía se hable del mallorquín, por actitudes residuales fruto de la desinformación y de prejuicios sin fundamento. No pasa nada si se hace coloquialmente, pero es el momento de la escuela en la defensa del catalán.
-¿Usted ha adoctrinado a sus alumnos, según insistía el anterior Govern?
-¿Qué quiere decir adoctrinar? He informado a los alumnos para que sean personas críticas y buenos ciudadanos. Es deseable que defiendan su lengua, pero sin falsificar la historia y sin que el entusiasmo haga que se tambalee la verdad. Les enseño a matizar.
-El castellano también se escribe y se habla mal.
-Pero no corre ningún peligro de desaparición, estamos inmersos en un mundo donde el castellano es amo y señor. Los bilingües somos nosotros, no los castellanoparlantes.
-¿El director de la Tate Britain no puede dirigir la Fundació Miró por no hablar catalán?
-En mi campo, distingo entre un profesor de Química y otro de Historia, que para dar clases es bueno que sepa catalán. Si no conoce la lengua y la cultura, cómo diantres puede desenvolverse.
-¿Para qué sirve IB3?
-Para informar y entretener. IB3 ha tenido históricamente la importancia de que la población acceda mediante los informativos a la lengua estándar, circunscrita a los sermones antes de que se rompiera la tradición por el populismo del Concilio Vaticano II. Entrevistando a un sacerdote de Sineu ya fallecido, hablábamos en la lengua coloquial pero, en cuanto puse en marcha el magnetofón, pasó a el y la.
-¿En Mallorca es más urgente natura o cultura?
-Una persona coherente ha de interesarse tanto por la lengua como por el cambio climático o el reciclaje. No entiendo a un buen ciudadano que se preocupa por los toros y se’n fot de la situación del idioma.
-¿Hace victimismo?
-Si dar información, comparar situaciones y decir que algo no está bien por motivos de justicia es hacer victimismo, pues lo hago. Defendemos los intereses propios, tendríamos que ser todavía más reivindicativos.
-¿Veremos el catalán en los planes educativos del resto de España?
-Lo defendía Aina Moll, las cosas habrán de cambiar mucho para lograrlo. Hay que recordar a quienes ahora quieren cambiarla, que España está muy hecha. Funciona como una máquina trituradora de la diversidad lingüística, a favor del castellano.
-Hay más manifestantes a favor del catalán que espectadores de ‘Pa negre’.
-Es difícil que cien mil personas vayan a ver Pa negre. La pusieron el otro día, y la encontré muy interesante.
-¿El Molinar de Montuïri está tan amenazado como el de Palma?
-Por ahora, no. La escuela se ha volcado en su preservación, hay el riesgo de una avenida , tal vez con una urbanización, en un ayuntamiento en quiebra por una deuda de seis millones de euros a raíz del Ecomuseu.
-¿Francesc de Borja Moll se adaptó al entorno?
-Escribí su biografía y lo admiro. Era muy inteligente, con gran sentido del humor y capacidad de trabajo. Además de administrar el Diccionari, produjo y administró ocho hijos. Detrás de todo gran hombre hay una mujer que padece, y claro que Moll se adaptó al sistema de los años cuarenta. Todos hemos de adaptarnos.
-Más de treinta años de catedrático de la UIB y no ha tenido vocación de rector.
-No me seduce. Fui director de departamento durante 18 años, ya he cumplido. Me gusta investigar y dar clases. A los 70, lo veo todo desde una atalaya.