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Entrevista

Tomeu Penya: "El Tomeu machote, el de las mujeres y el vicio, ya no me sirve"

"Tendría que recuperar Sa Perdiu Revetlera en todos los sentidos, cantándola y empleándola"

-Después de escuchar sus nuevas canciones he descubierto a un nuevo Tomeu Penya: radiante, rejuvenecido y enamorado por los cuatro costados.

-No te equivocas. Me encuentro en un momento perfecto para la composición. Optimista no me ha costado tanto como otros discos. Me siento rejuvenecido diez años, como mínimo, tanto en lo personal como en lo artístico.

-¿Qué le ha hecho recuperar la sonrisa?

-En el terreno sentimental todo me ha venido rodado. Estoy muy enamorado y muy en paz con mi vida.

-Optimista es un ejercicio de sinceridad, una confesión, al cantar todo lo que siente un enamorado. ¿Desnudar sus sentimientos no le produce cierto rubor?

-Hubo un momento, mientras hacía el disco, en el que me pregunté: ¿voy a ser el Tomeu Penya que la gente conoce? Habrá quien diga: no, este no es el Tomeu verdadero. Pero he llegado a comprender que el auténtico es este. El Tomeu machote, el de las mujeres y el vicio, me ayudó en su momento, era diferente, pero ahora no me sirve. Tengo que mostrarme como soy: más sensible, más humilde, más enamorado, no solo de mi mujer, sino de todo lo que me rodea, desde el público fiel a los que tienen dos o tres años, porque aún hay niños que quieren conocer a Tomeu. No se puede ser más afortunado en la vida. Ahora solo falta que la salud me acompañe al menos 40 años más.

-¿Por qué ha decidido casarse con alianza de por medio?

-Yo no creía en firmar un papel, por las experiencias que había tenido o por lo que fuera, pero ahora sí, y aconsejo que se haga. Ese papel firmado puede ayudarte a hacerte más feliz. Los dos, Patrícia y yo, vivimos para hacernos feliz el uno al otro. ¡Qué paz!

-¿Cuánto tiempo hace que se conocen?

-Dos años. Siempre hemos vivido libres, desde que nos conocemos. Los dos somos artistas [ella es escultora] y comprendo cuando quiere estar sola, y ella lo mismo, cuando necesito irme frente al mar con la guitarra. Los únicos que no lo entienden son los vecinos. "Este tío está loco", deben decir.

-¿Dónde surgió el amor?

-Fue un sábado, en el restaurante Es Cruce de Vilafranca. Sus ojos me dejaron empardalat.

-Yo que pensaba que solo desde el sufrimiento y desde la soledad se podían escribir grandes canciones...

-Tengo 314 canciones propias grabadas, de las cuales más de 200 hablan de amor. Nunca he sido pesimista ni he contado muchas penas porque mi personalidad es alegre. Siempre he sido optimista. Si tienes penas, no se las cuentes a la gente. Hoy en día el público ya tiene sus propios problemas como para que un cantautor pesado vaya a cantarle sus problemas. Lo que quieren es alegría. La vida hay que vivirla, y ya que la vivimos démosle un toque de optimismo. ¿En qué nos va a ayudar estar triste y pasar pena?

-"Tu me portes esperança. I mil motius per escriure", cantas en el tema Al·lota. ¿Traducir al papel las palabras que llevaba usted dentro le costó mucho esfuerzo?

-No ha sido fácil. Hacer una canción siempre es complicado. Tienes que crear algo donde no hay nada. Pero comparado con lo vivido con los otros 27 discos míos, no ha sido tan difícil. Lo más dificultoso han sido las mezclas. Yo quería una voz que fuera Tomeu Penya pero que fuera natural, como si fuera en directo. Eso fue difícil conseguirlo.

-"Vaig passar un temps fotut i vaig deixar de ser un artista". ¿Qué le hizo tocar fondo?

-Ella. Intenté olvidarla y sobreponerme y durante un tiempo, unos días, pensé en no escribir más. Hasta que decidí volver a ser yo mismo: optimista. Cuando uno escribe canciones tiene que pasarle algo, para bien o para mal. O ser muy feliz, que es cuando toco rock&roll o una jota mallorquina, o tener una crisis. En lugar de ir a llorar por la calle o en la barra de un bar, escribes. Para mí escribir es una necesidad, me hace sentir muy bien. Y eso que hay miles de palabras que escritas, al día siguiente me parecen ridículas y tontas.

-¿También votará con optimismo o con indignación?

-Aún no sé si voy a votar. Vi el debate...

-¿Cuál de ellos?

-Del de Pedro Sánchez y Rajoy no quiero hablar. Fue tan ridículo. Si alguien de esos tiene que decidir nuestro futuro... En lugar de tirarse los trastos a la cabeza deberían buscar soluciones. Yo no tengo ningún partido pero sí escucho. Y si tenía alguna simpatía por Sánchez se ha ido. Me dolieron sus insultos, insultos a la inteligencia de los ciudadanos.

-¿También le dolió la agresión al presidente en Pontevedra?

-Al agresor, en caliente, lo hubiera metido en la cárcel. El puñetazo fue horrible pero peor fue celebrarlo con los brazos en alto.

-Su hija Alexandra protagonizó con usted un divertido vídeo en las redes sociales del tema Bòtil. ¿Seguirá sus pasos en el mundo de la música?

-Mi hija tiene la carrera de Protocolo e Imagen Personal y actualmente trabaja en Barcelona, en Camper. Siempre le he notado una vena artística. Sería mejor actriz que cantante. No tiene la voluntad de su padre, para ser músico.

-Ahora que es un hombre felizmente casado, ¿seguirá cantando Tenc una perdiu revetlera?

-Sí. La tendría que recuperar en todos los sentidos, cantándola y empleándola.

-A otro que supuestamente le ha disparado Cupido es al obispo.

-Cada cual tiene su conciencia. Creo que el obispo debería prescindir de los votos, no del amor. Las dos cosas no se pueden tener.

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