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"Lo de Son Reus es muy grave, Cort debe tomarse en serio sus almacenes"

Historiadores tildan lo sucedido de "increíble" y hablan de "mala praxis" por parte del Consistorio

"No he podido reaccionar, me he quedado helada", expresó ayer la historiadora Aina Pascual, autora de La casa y el tiempo, ante la desaparición de los muebles del Balaguer, ayer denunciada por DIARIO de MALLORCA. "Si no repasaron el inventario en su momento, estamos ante un caso de mala praxis por parte de la Administración. Parece que no hay un protocolo de actuación. Cuando he leído la noticia he pensado que debía tratarse de un error", comenta. "Cuando pasan cosas así, hay que informar a la Policía -que tiene un departamento especializado en Patrimonio- sobre lo que ha desaparecido, y facilitar fotografías de las piezas para que los agentes las hagan llegar a los anticuarios y ferias, y también puedan vigilar el movimiento de las piezas por internet", indica la historiadora.

Para el investigador Jaume Llabrés, quien ha visitado en varias ocasiones el susodicho almacén, "lo de Son Reus es muy grave". "Allí no vive nadie, no hay vigilancia y sí muchas barreras", explica. "Muchas cosas allí custodiadas no están ordenadas y creo que es un espacio que el Ayuntamiento debería tomarse en serio", indica. "Es una possessió que debería tenerse más controlada e incluso hacerla visitable. En la planta noble podrían exponerse muchos muebles y cuadros y en la planta baja programarse talleres, por ejemplo. Además, tiene un jardín que está muy bien que también podría aprovecharse", continúa. "Cort debería tener ya un inventario informatizado con todos los bienes y empezar a ordenar los almacenes", agrega.

Llabrés también recordó que algo similar sucedió con el mobiliario del Solleric. "En tiempos de Ramón Aguiló, se cotejó un inventario que había y ARCA denunció que faltaban piezas", agrega.

Para el presidente de la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics, Pere Ollers, "es increíble que a estas alturas desaparezcan elementos patrimoniales de una Administración". "Alguien debería responsabilizarse de lo sucedido: desde el concejal del ramo hasta el funcionario que lleva el registro", opina. "En Palma había un mobiliario de nivel europeo de la época de esplendor de las casas señoriales. Ahora queda muy poco y lo público no se conserva. Es un desastre", considera. "¿Cómo podemos pedir al convento de Sant Jeroni que sea visitable y se mantenga en buen estado cuando lo público no somos capaces de mantenerlo bien", se pregunta en voz alta Ollers.

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