El artista mallorquín Joan Soler inauguró ayer en el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) de Huesca su exposición Infinito-concreto.

El trabajo e investigación plástica de Soler se centra con frecuencia en el paisaje tanto natural como humano y en la revisión de lo que otros artistas han aportado a ese campo. Así lo ha hecho en destacadas propuestas como El bosc de Mondrian presentada y premiada en 2002 en el Espai Cubic de la Fund. Joan Miró o con sus Paisajes de la Razón en la XV Bienal de Zamora. En Infinito-concreto habla de "paisaje" y naturaleza humana, de sus conflictos. Como observa Óscar Alonso Molina "la combinación de manchas de humo con elementos geométricos y de color, en las obras de Joan Soler, consigue la construcción de un espacio de 'accidentada homogeneidad', que afectaría también a las 'imágenes internas' más profundas, de lo contrario estaríamos hablando de mero formalismo".