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Crítica de cine

45 días

Para apreciar, para entrar en esta película es necesario haber visto Canino (2009) del mismo realizador, o Borgman (2013) de Alex van Warderman. Los dos cineastas además comparten con Buñuel el desprecio, rozando la rechifla, por la burguesía y el matrimonio (o la pareja monógama) como manipulables pilares la sociedad.

Todos ofrecen unas visiones del mundo (presente o futuro distópico) aparentemente corrientes y a la vez muy irreales, descorazonadoras, cáusticas. Una langosta es el animal elegido por el protagonista (Farrell) para ser transformado forzosamente si no logra encontrar pareja durante los 45 días de gracia que le conceden en un spa destinado a esas labores. La única alternativa es huir al bosque y unirse a los maquis (aquí está el vínculo más patente con Borgman). Estos abominan, persiguen sin piedad, el amor, los emparejamientos. Es Guatemala o Guatepeor, someterse al socialismo orwelliano, el fanatismo de los guerrilleros o la cruda ley de la naturaleza cuando las personas/personajes se resignan a dejar de ser humanos. En el mundo imaginado por Lanthimos no hay trajes ni naves espaciales. Es muy corriente, muy presente, muy inquietante; muy deprimente si no fuera por los ramalazos de ironía y las briznas de simbolismo. La calidad del reparto ayuda a digerir mejor la historia. Todos excelentes, encabezados por un sorprendente Colin Farrell. La banda sonora (Beethoven, Stravinsky, Shostakovich, Nick Cave) es lo menos original pero modula el estado de ánimo de personajes y espectadores. Película extraña, mucho. Una revisión del mundo feliz de Huxley. Una reflexión sobre la ¿supuesta? ¿ficticia? ¿falsa? felicidad que proporcionan una pareja y una sociedad estables.

Langosta

Nacionalidad: Irlanda, Francia, Reino Unido, Holanda, Grecia, 118 mins. Director: Yorgos Lanthimos. Actores: Colin Farrell, Rachel Weisz, Lèa Seydoux, Ben Whishaw. Cines: CineCiutat.

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