Un gabinete de estilo Luis XIV catalogado por la comunidad y que formó parte de los bienes del Palau March fue subastado ayer en Londres por 5,08 millones de euros, superando en 700.000 euros su precio de salida estimado y convirtiéndose así en la estrella absoluta de la puja organizada por la casa Christie´s y dedicada a las artes decorativas europeas de los últimos 500 años.

La compraventa de la pieza fue posible tras un intento frustrado del departamento de Patrimonio del Consell de aumentar la protección del mueble y declararlo Bien de Interés Cultural. Pero en contra de su intención jugó la voluntad del vendedor, que impidió a la administración el ejercicio del derecho de tanteo, así como la actitud del ministerio de Cultura, que concedió el certificado de exportabilidad de la pieza sin consulta previa al Consell.

Con los cinco millones de euros conseguidos ayer con la venta de la mencionada pieza y los seis millones que obtuvo el 29 de octubre por la subasta, también en la sede londinense de Christie´s, de los bienes de Son Galcerán, Manuel March, hijo de Bartolomé March y nieto de Juan March Ordinas, se ha embolsado un total de 11 millones de euros. Y lo ha hecho desprendiéndose de la casi totalidad de las piezas de mobiliario que vestían la finca de Valldemossa, pues de los 638 lotes que salieron a subasta se adjudicaron 567, más el valioso gabinete Luis XIV que ayer por la tarde se vendió y por el que en el pasado Francia llegó a ofrecer a Bartolomé March un cheque en blanco. Atribuido a Domenico Cucci (1635-1704) y al taller de los Gobelinos, y datado entre 1665 y 1675, el mueble es considerado por los expertos un tesoro y a la vez una pieza excepcionalmente rara.

La excepcionalidad de la arquilla radica en que es uno de los únicos tres muebles de este tipo elaborados por Cucci de los que se tiene constancia, siendo los otros dos propiedad del Duque de Northumberland, que los guarda en el castillo de Alnwick, al Norte de Inglaterra. Elaborado con placas trabajadas con la técnica florentina de la pietra dura –el empleo de piedras de colores muy pulidas y exquisitamente esculpidas para asemejar el efecto de una pintura–, el gabinete se sostiene sobre figuras femeninas de piedra y bronce dorado, que a su vez reposan sobre un suelo de carey.

Cucci fue el ebanista principal de la corte de Luis XIV tras establecerse en París en torno a 1660, por invitación del cardenal Mazarin, y unirse a los talleres de los Gobelinos. Y contribuyó de manera significativa a la grandeza y el lujo del palacio de Versalles. Entre otros elementos, elaboró dos gabinetes destinados a los aposentos del rey en 1664 –hoy desaparecidos– que se parecen mucho al que Manuel March vendió aye en Londres.

La historia completa de este mueble todavía está por desvelar, aunque se sabe que pasó por las manos del rey Carlos X de Suecia y de la reina Hedwig Eleonora. Bartolomé March lo compró en los años cuarenta en París al anticuario Jean Marie Rossi en la galería Aveline de la capital francesa. Rossi contrajo matrimonio civil en diciembre de 1984 con Carmen Martínez-Bordiú.