Defiende Sebastià Verd que poder pisar con los pies en el suelo nos distingue del resto de animales y nos acerca a los dioses, pero tiene sus inconvenientes. Y de eso, de pies, dioses e inconvenientes, trata El mal de peus, motiu d´infelicitat, la primera aproximación a la literatura del traumatólogo felanitxer Sebastià Manresa. Un libro, con prólogo de Biel Mesquida, en el que el autor dice haber volcado su vida.

–¿Por qué una novela sobre el dolor de pies?

–Cuidando a los demás había perdido la salud, así que dejé la profesión. Entonces sentí que tenía que hacer algo. Toni González, de Hiperbòlic, me propuso un libro de divulgación, y el tema que me despertaba más interés era este. Pero los libros de divulgación no me gustan. Me parecen aburridos, monótonos, así que intenté algo que parece pionero en la literatura catalana: hacer narrativa con la divulgación.

–La historia empieza mal, con la muerte del protagonista.

–Hice coincidir la muerte de quien tal vez sea un ´alter ego´ mío con el dolor de pies en el Olimpo, donde se convoca a sabios e historiadores para que den su punto de vista. Esto crea una línea argumental divertida y sorprendente que obliga a leer los temas más científicos, muy sintetizados, en un libro con mucha filosofía. A Sócrates, por ejemplo, se le atribuye la frase: "A quien le duelen los pies le duele todo".

–Aristóteles quería que el médico filosofara y el filósofo curara.

–La ciencia médica es la que más nos acerca al hombre, pero debe tener una filosofía. Este libro recoge las reglas inmutables que rigen el equilibrio entre enfermedad y salud.

–Sin recetas mágicas.

–Me parece aberrante dar soluciones por prensa o radio, pero he procurado que quien lo lea tenga unos conocimientos sobre el pie suficientes para valorar lo que le digan.

–¿Por qué una historia de dioses?

–Hay temas constantes dentro de mi mundo, y uno de ellos es la inmortalidad. Y si hay unos dioses divertidos y humanos son los del Olimpo. Los demás no tienen esa genialidad.

–¿Los pies han sido maltratados por la literatura?

–Hay mucha cita, mucha referencia a los pies como algo importante dentro de la andadura humana. El pie es fundamental en la evolución, nos ha llevado a la inteligencia. El hecho de que nos mantenga derechos libera las manos para otras actividades, de modo que se crea un diálogo mano-cerebro que permite desarrollar la inteligencia.

–¿Qué cultura los ha cuidado más?

–Seguramente la china, con sus teorías sobre terminaciones nerviosas y la flexoterapia, y con las referencias religiosas a las huellas de Buda. También en la época medieval se les dio mucha importancia, cuando se hablaba de las raíces del hombre.

–En China también los deformaban.

–Pero no dolía mucho, porque se hacía con cuidado. Los pies de loto daban distinción andando o bailando, aunque lo terrible era que no permitían trabajar y convertían a la niña en una prostituta.

–¿Ahora los cuidamos?

–En relación al pie no sé si deberíamos hablar más de involución que de evolución, porque antes los andadores tenían un terreno muy hostil, pero ahora los castigamos con sobrepeso, sedentarismo y zapatos hechos más para ir guapos que para protegernos.

–¿Piensa ya en un nuevo libro?

–Tengo dos en marcha, uno sobre un médico italiano que aterriza aquí por motivos religiosos, en la época de la revolución de las armas de fuego, y que ofrece una visión sobre las Germanies, y otro en la línea del que presento ahora, en la que me siento más cómodo; una novela policíaca que mezcla la biometalurgia con la alquimia.