La Reina inauguró ayer en la Fundación Teloglio de Salónica (Grecia) la exposición Miró de Mallorca, que reúne para los aficionados griegos al arte la prolífica y heterogénea producción creadora de este genio durante los casi treinta años que residió en Balears.

La comitiva balear estuvo integrada por Nanda Ramon, concejala de Cultura en Cort; Fanny Tur, directora del Ramon Llull en Mallorca; Magdalena Aguiló, directora de la Fundació Pilar i Joan Miró, y Rafel Duran, como miembro del Patronato de la Fundació.

Doña Sofía, que se encuentra en Grecia en una visita de carácter cultural que continuará hoy en Atenas, fue recibida en Salónica por el ministro griego para Macedonia y Tracia, Stavros Kalafatis, y el alcalde de la ciudad, Vassilis Papageorgopoulos, entre otras autoridades.

El presidente de la Fundación Teloglio, Anastasios Manthos, y el comisario de la exposición, Marios Eleftheriadis, acompañaron asimismo a Doña Sofía en su recorrido por esta muestra, que reúne más de 400 obras de Joan Miró correspondientes a su estancia en Mallorca e incluye una reproducción de su taller, diseñado originalmente por el arquitecto racionalista Josep Lluís Sert.

Durante su visita a las amplias instalaciones de esta exposición, organizada por la Fundación Pilar i Joan Miró en colaboración con el Ayuntamiento de Palma, la Reina pudo contemplar no sólo pinturas, dibujos y esculturas de este artista universal, sino también esbozos para obras de arte público, partituras y otros documentos vinculados a la música y el ballet.

La presencia de la obra de Miró en Salónica se extiende más allá de la Fundación Teloglio, gracias a una iniciativa conjunta con otros cuatro museos, y centra su mirada en los años 1956 a 1983, periodo en que el artista nacido en Barcelona residió en Mallorca, si bien expone también creaciones anteriores, así como muebles y objetos procedentes de sus estudios.

En el recorrido inaugural, Doña Sofía tuvo ocasión de observar fantasmagóricos ensamblajes de objetos propios del universo mironiano, entre los que destacan dos, creados en los años setenta, que incorporan elementos pictóricos, junto a esbozos para tres pinturas murales y dibujos de los años sesenta y setenta para esculturas monumentales en Nueva York y Chicago. El apartado dedicado a la música documenta la relación de Miró con compositores como Cage y Stockhausen, e ilustra su colaboración en los ballets Lucifer y Arlequí, para el que diseñó el vestuario y el programa.

La muestra recoge igualmente la atracción del artista por el personaje de Ubú, el grotesco tirano creado por Alfred Jarry al que Miró dedica dibujos, notas e ilustraciones para cuatro libros, que fueron publicados en su día por el editor griego Tériade.

La Reina se interesó además por la recreación de una sala de Son Boter que incorpora muebles, jarras, títeres y otros objetos procedentes de estos estudios, así como por la maqueta y la reproducción a escala del Taller Sert, el espacio poético y funcional diseñado por el entonces portavoz de la vanguardia arquitectónica europea donde Miró culminó su proceso artístico.

La agenda cultural de este viaje de Doña Sofía a Grecia se completará mañana en Atenas, ciudad en la que visitará el Nuevo Museo de la Acrópolis acompañada por el ministro griego de Cultura.