El Cabildo de la Catedral contará con una subvención de 200.000 euros de la conselleria de Obras Públicas para rehabilitar la antigua sacristía de la capilla de la Trinitat, considerada el embrión de la Seu. La intervención consistirá en recuperar los detalles y la disposición original de este espacio situado en los bajos del presbiterio. "Hay que eliminar los añadidos, la lavandería y convertirlo todo en un lugar diáfano para oficiar celebraciones en su interior", detalló el arquitecto técnico de la Seu, Bartomeu Bennàssar.

En el presbiterio, dos maquetas recién restauradas de Antoni Gaudí que por primera vez se muestran. Su destino en el interior de la Catedral está aún por decidir. La primera de ellas representa sólo la capilla de la Trinitat. La segunda, el proyecto de reforma que diseñó del conjunto formado por ésta y la Real. "Una estaba desmembrada en la torre; y la otra, escondida en la galería baja del claustro, por donde salen los visitantes", señaló Mercè Gambús, profesora de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y responsable del Grup de Conservació de Patrimoni Artístic i Religiós.

Hay otras restauraciones que están en fase de tramitación: una pintura renacentista de la Santíssima Trinitat del siglo XVI, que presidía la capilla del mismo nombre hasta que Gaudí la reformó en 1904; una escultura en madera dorada y policromada, y los relieves sobre las ménsulas del retablo mayor gótico de la Seu, situado encima del portal del Mirador. "Es el único de caja transparente de toda Europa. Pensamos que antes de la reforma de Gaudí estaba justo delante de la sede episcopal", prosigue Gambús. Está pendiente de burocracia la rehabilitación del conjunto decorativo de la capilla Real formado por el revestimiento frontal de cerámica esmaltada y la policromía y grafitos de la cátedra episcopal. Todo ello realizado por Gaudí y Jujol entre 1908 y 1909.

Durante la visita guiada por la catedral –a la que asistieron y también participaron el deán Joan Darder; el canónigo responsable de Patrimonio, Gabriel Amengual; el responsable de obras, Joan Bestard, y los arquitectos Sebastià Gamundí y Enric Taltavull–, Gambús desplegó explicaciones sobre restauraciones de otros bienes muebles situados en las capillas de la Trinitat y la Real. En la primera, una talla de 2,30 metros de la Mare de Déu. Gótica y de madera dorada y policromada. Y varios doseletes y esculturas góticas. "Las intervenciones posteriores de Gaudí y Jujol son neogóticas. Hemos decidido que en la restauración se vean las aplicaciones cromáticas que superpusieron los dos artistas modernistas, excepto en dos piezas: en las esculturas de Sant Joan Baptista [ésta es renacentista] y en la de la Mare de Déu, donde está esculpido el nombre del dorador".

Antònia Reig, directora del Taller del Obispado, está rehabilitando en estos momentos parte del conjunto barroco de la Mare de Déu morta: los ángeles portadores del palio, entre otros objetos.

El sanado rosetón mayor alumbra mejor la capilla del Santíssim. El Cabildo está pendiente de un estudio lumínico de la zona que dará claves para decidir si se restauran los vitrales de la casa Amigó de la capilla o si se opta por unos nuevos. Por terminar, la fachada de la plaza de la Almoina.