El pintor estadounidense Frank Stella (Massachusetts, 1936) aseguró ayer que en el arte actual existe un gran "amorfismo y expansión", algo que achacó en gran parte a la falta de "estándares de calidad" en el ámbito de la creación. El autor hizo notar que en términos artísticos "no todo es aceptable" porque hay que mantener un mínimo de calidad. "Y es responsabilidad de los artistas y de las escuelas defenderlo", subrayó.

Stella recibió ayer el Premio Internacional Julio González de la Generalitat Valenciana en reconocimiento a la labor desarrollada por el norteamericano en las artes plásticas.

El artista se mostró emocionado por este galardón y por recibirlo, precisamente, en el museo que alberga la colección de Julio González, escultor que consideró como el inspirador de la escultura americana del siglo XX con su idea de dibujar el espacio. Stella admitió la influencia que el autor catalán ha ejercido sobre él mismo y en otros grandes nombres como David Smith. Por otra parte, Stella reconoció que durante años ha tenido una actitud crítica hacia las escuelas y facultades de arte y lo justificó en que en estos centros parece que se da vía libre a los alumnos para hacer lo que quieran y se corre el peligro de que crean que todo lo que hagan serán obras de arte. Pero en opinión del veterano creador, "se puede hacer lo que uno quiera, pero siempre que sea aceptable".

En este sentido, lamentó que "en los últimos 30 años la calidad se ha convertido en un anatema, algo de lo que nadie quiere hablar. Pero la calidad es un concepto que se puede encontrar en todos los campos", observó Stella, quien añadió que, aunque es difícil fijar unos mínimos ´oficiales´ en el arte, al menos habría que intentar "llevar el gran consenso del arte del pasado al tiempo actual. Y es responsabilidad de los artistas, y también de las escuelas de bellas artes, aspirar a la calidad y defenderla", aseveró.

Además, consideró que la experimentación artística es buena "siempre que no sea excesiva". Preguntado por su opinión sobre hacia dónde va la creación, respondió que no puede saberlo porque no es profeta. "Lo que sí puedo profetizar –prosiguió– es que el arte continuará y encontrarán un marcador genético en los artistas".

En el 2011, su obra podra verse en Valencia gracias a una coproducción entre el IVAM y el Museo Pablo Serrano de Zaragoza. Detalló que será una exposición que incluirá nuevas obras.