De una clasificación de 17 comunidades, puesto número diez para Balears. Mal paradas salen las islas en cuanto a registro de empresas culturales en 2008. El archipiélago cuenta, según datos del ministerio de Cultura, con 1.852 compañías que se dedican al sector cultura, lo que supone un 2,6% de todo el tejido industrial. Porcentaje exactamente igual que en 2007. En lo referente a empleo cultural, las islas no alcanzan la media nacional, situada en el segundo trimestre de 2008 en 2,8 trabajadores. En Balears, de cada cien asalariados, 2,4 están colocados en este sector, cifra que sitúa a la comunidad en el puesto número seis en relación al resto de comunidades del país. La cifra muestra una importante bajada de ocupados baleares en esta área profesional, que en 2007 representó el 3,1% de la población activa. El archipiélago ocupaba entonces un tercer puesto en la clasificación de toda España y superaba la media nacional de entonces, que estaba en un 2,7%.

Retomando la cuestión del tejido empresarial, Balears, con 1.852 negocios culturales y en décimo lugar, tiene por delante, y a la cabeza del ránking, a Madrid, con 18.217 negocios y un 26% de su población trabajando en el área de cultura. También por delante de las islas y después de la capital: Cataluña (con un 20,7% y 14.524 empresas), Andalucía (con cifras del 11,4% y 8.014), Comunidad Valenciana (9,1% y 6.361), País Vasco (5,1% y 3.545), Galicia (4,6% y 3.257), Castilla y León (4,1% y 2.855), Canarias (3,8% y 2.656) e incluso Castilla La Mancha (2,7% y 1.866). En la retaguardia, siguiendo de cerca a Balears, están Aragón, Murcia, Extremadura, Navarra, Cantabria, La Rioja y Ceuta y Melilla.

"No es una buena noticia. Las políticas culturales de la isla no han sabido generar un tejido empresarial de cultura porque no dan continuidad a los proyectos, cuya duración es de una legislatura", opina Pilar Ribal, presidenta de la Associació de Comissaris i Crítics de Balears. "Teóricamente hay muchas infraestructuras y sensibilidad artística. Pero no se tienen las suficientes miras para invertir en los contenidos. Está claro que no somos capaces de crear grandes festivales ni grandes eventos internacionales. Otro de nuestros problemas es que tendríamos que flexibilizar la gestión de la cultura entre las administraciones. Ahora es un poco lioso: conselleria, consells, Institut d´Estudis Baleàrics, Ramon Llull... También hay que crear comités profesionales", prosigue.

Las preocupaciones de Luis Ortas, presidente de la Associació de Cineastes de Balears, van por otro lado: el gremio "está asustado" porque en el pasado consejo de gobierno, celebrado el 7 de agosto, no se aprobó el Consorcio del Audiovisual, uno de los proyectos estrella de la consellera de Cultura Bàrbara Galmés. "Esto supondrá una total paralización para los proyectos del año próximo. Somos la única capital de provincia sin filmoteca. Lo que no se ha entendido todavía es que las empresas culturales forman parte del mundo de la comunicación y la tecnología. Es una contradicción que los políticos digan que desean apoyar la innovación y a nosotros no nos ayuden. Ahora es más fácil conseguir ayudas para hacer una página web, que cuesta unos 2.000 euros, que para un corto, cuyo coste es de 20.000. El sector audiovisual balear está a la cola de España. Hay fuga de cerebros: Rafa Cortés o Agustí Villaronga hacen sus películas con dinero de Cataluña y son recibidos en los distintos festivales como catalanes", remata.

"Estos datos son un reflejo de la situación general de la cultura", cree el director insular de Cultura, Maties Garcías. "El tejido empresarial en este sentido es débil. Aquí en Balears se funciona más a partir de asociaciones sin ánimo de lucro, a quienes subvencionamos desde el Consell. Este año contamos con menos presupuesto, por lo que haremos menos encargos a empresas. Creo que su situación empeorará. En las islas tenemos además la dificultad de público que entraña el catalán, y el de la insularidad".

Su consellera, Joana Lluïsa Mascaró, piensa que la cultura puede crear muchos puestos de trabajo nuevos, "pero que en estos momentos el sector público no se encuentra en disposición de invertir en ello".

Por último, el director general de Cultura del Govern, Pere Joan Martorell, relaciona el número de empresas existente con el consumo cultural, "en el que Balears está también bastante mal". "Desde la conselleria, con el programa Viu la Cultura, perseguimos que los estudiantes vean la cultura como algo normal dentro de sus vidas. Se trata de educar hoy para tener mañana un público que cree demanda", concluye.