"La muerte masiva de estos anfibios bajo las ruedas de los coches es un problema no sólo de Belovézhskaya Puscha sino de todo el territorio bielorruso", afirmó Vasili Arnoldik, director general adjunto de investigación científica de ese parque nacional, citado por la agencia rusa Interfax.

Puntualizó que "las carreteras con frecuencia cruzan las vías de migración de ranas y sapos para el desove" y agregó que "los pasos subterráneos permitirán reducir al menos en un 50 por ciento las muertes de estos anfibios".

El paso subterráneo para las ranas de Belovézhskaya Puscha consistirá en varias tuberías colocadas debajo de la carretera.

El primero de estos pasos subterráneos para anfibios fue construido en 2007 en las reservas de biosfera de Berezinski, bajo la autopista que une la capital bielorrusa, Minsk, con Vitebsk.

Unas señales de tráfico especiales alertan a los conductores de su paso por las vías de migración de ranas y sapos.