Hasta ahora, en Europa se había hablado habitualmente de que la meta propuesta por la Comisión Europea era que el 10 por ciento de los carburantes en la UE fuesen biocombustibles.

"No hay ningún cambio", aseguró el ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, que explicó que lo que han hecho los gobiernos hoy es dejar claro que la propuesta de Bruselas habla de "energía renovable en el transporte" y no se limita a los biocombustibles.

Desde que la UE dio a conocer su objetivo de impulsar los biocarburantes, numerosas organizaciones han alzado la voz en contra, asegurando que su uso obligatorio amenazaría la oferta de alimentos y podría acelerar la destrucción de bosques y selvas en muchos países, todo sin aportar una gran reducción de emisiones de dióxido de carbono.

Los ministros de Energía de los Veintisiete analizaron hoy estas preocupaciones en una reunión informal en las afueras de París.

A su término, Borloo explicó en una rueda de prensa que tanto la electricidad como el hidrógeno son dos fuentes que se tendrán tan en cuenta como biocombustibles para tratar de reducir las emisiones del transporte en el marco de la lucha contra el cambio climático.

En este sentido, aseguró que la UE apoyará las acciones para impulsar estas fuentes de propulsión, en las que trabajan varios fabricantes.

En lo referente a los biocombustibles, los ministros debatieron sobre los criterios de sostenibilidad, con los que se pretende garantizar entre otras cosas que el desarrollo de esta fuente de energía no dañe la biodiversidad, no cause escasez de alimentos en los países en desarrollo y aporte verdaderas ventajas para reducir las emisiones.

Borloo aseguró que los gobiernos apuestan por una vía "exigente" y estarían a favor de que, de cara al futuro, sólo se incluyan dentro del objetivo europeo del 10 por ciento aquellos biocombustibles que permitan un ahorro de las emisiones del al menos el 50 por ciento.

La propuesta de la CE sitúa este umbral en el 35 por ciento, que podría ser la cifra utilizada durante los primeros años de vigencia del paquete de clima y energía.

Además, el texto de Bruselas plantea otras garantías, como que se prohíban las materias primas procedentes de bosques vírgenes, praderas o áreas protegidas, así como convertir humedales o zonas de selvicultura en productoras de biocombustibles.

Hoy, los ministros se mostraron favorables a la idea del ponente de la directiva en el Parlamento Europeo, Claude Turmes, para negociar un acuerdo bilateral sobre sostenibilidad de estos carburantes con Brasil, principal productor y exportador mundial de etanol derivado de azúcar de caña.

Hasta ahora, la UE ha iniciado acciones para tratar de acordar criterios de sostenibilidad con Brasil, pero la intención sería ir más allá y pactar mecanismos de control del uso del suelo para proteger la Amazonía.