Las nuevas medidas, que se suman a otras aprobadas unas semanas antes, contemplan un aumento del peaje de los camiones, mayores exigencias de ahorro energético en la construcción de viviendas y la implantación de un sistema de cobro energético en las viviendas que se adapte al consumo personal de cada unidad.

El peaje a los camiones no sólo aumentará sino que se diversificará de forma que los vehículos con mayores emisiones tengan que pagar más que los que emiten menos.

Pendiente de aprobación, tanto del Gobierno como de las Cámaras parlamentarias, ha quedado la reforma del impuesto de circulación, que el Ejecutivo quiere hacer depender del nivel de emisiones y no, como hasta ahora, de la cilindrada de los vehículos.

Por tratarse de un impuesto que recaudan íntegramente los estados federados, es necesario negociar con éstos, que han aceptado "perderlo" a cambio de que se les compense con otro.

La negociación ha quedado aplazada para después del verano.