El objetivo de París y de sus socios es lograr un acuerdo antes de fin de año para reducir al menos un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono en 2020 y hacer que las energías renovables representen al menos el 20 por ciento del consumo total de la UE.

Estas metas, propuestas por Bruselas el pasado mes de enero, necesitan ahora de un acuerdo entre los Veintisiete sobre cómo repartir los esfuerzos de reducción de las emisiones.

La negociación, que "no será fácil", según advirtió hoy el ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, se encuentra en su primera fase, aunque ya comenzó a perfilarse en reuniones anteriores.

Por el momento, los países del Este, encabezados por Hungría, ya han reclamado su rechazo a que se utilice como referencia el año 2005 para calcular el modo en que cada Estado debe contribuir a recortar en un 20 por ciento las emisiones de efecto invernadero para 2020.

Ese grupo de países opina que el año 2005 favorece a los socios más ricos de la UE, por lo que pide que en su lugar se tenga en cuenta la situación de 1990, que les permitiría salir más favorecidos.

La petición choca con la oposición de la Comisión Europea (CE), que argumenta que antes de 2005 no se tenían datos precisos sobre las emisiones de CO2 por países.

Mientras, está previsto que otros países como España traten de suavizar los esfuerzos que les han sido asignados en un principio por Bruselas.

La CE ha pedido a España -representada hoy por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera,- que recorte un 10 por ciento sus emisiones de CO2, mientras que Madrid tratará de limitar la cifra al 8 por ciento al considerar que de lo contrario la carga por ciudadano sería superior a la de la media europea.

Los ministros entrarán de lleno a negociar estos aspectos en una sesión a puerta cerrada esta tarde.

Su encuentro, que termina mañana y que estará seguido de un Consejo informal de ministros de Energía, ha comenzado esta mañana con un debate para analizar la postura europea de cara a la negociación internacional de Poznan (Polonia) en diciembre, a la que la UE quiere acudir con una posición conjunta.

Pese a lo apretado del calendario, el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, ha asegurado a su llegada a la reunión que la Presidencia de turno francesa logrará un compromiso antes de esa fecha.

Los Veintisiete se han comprometido a reducir sus emisiones un 30 por ciento si en la cumbre que tendrá lugar en Copenhague en 2009 se logra un acuerdo internacional más allá del horizonte de 2012, año en el que concluye la vigencia del Protocolo de Kioto.