Las Carmelitas Descalzas de Hondarribia (Guipuzcoa) han decidido sumarse a la indignación social que ha desatado la sentencia de 'La Manada', que condena a sus cinco miembros a un delito de abuso pero les absuelve de la acusación de agresión sexual, a través de un post en Facebook que se ha compartido más de 12.000 veces en la que muestran su apoyo a la víctima: "HERMANA, YO SÍ TE CREO".

Una de las religiosa de esta congregación, la hermana Patricia, ha señalado, en declaraciones a Radio Euskadi que recoge Europa Press, que "no se puede aceptar que se cometa una atrocidad de éstas y la que sea juzgada, condenada y humillada públicamente sea la víctima".

Sobre la razón que le llevó a escribir este comentario, ha indicado que es uno de los medios que tienen a su alcance para expresar su solidaridad con "esa mujer en concreto y con todas las mujeres que tienen que pensárselo dos veces antes de cruzar una calle oscura, antes de ir solas a casa, que tienen que hacer planes para saber con quién vuelven, cuándo vuelven, cómo vuelven y que encima tienen que sentirse juzgadas y amenazadas por ello".

"Hay muchas cosas que nosotras tampoco sabemos, pero sí que pensábamos que desde nuestra posición, es una posición de alguna manera transversal, es importante decir: esto no es una reivindicación de una pocas, es una reivindicación de toda la sociedad, y nosotras que estamos aquí en clausura y que no salimos por la noche, también nos sentimos amenazadas y también nos sentimos implicadas en todo esto y en todo lo que atañe en el fondo a una injusticia", ha señalado.

En este sentido, ha dicho no entender la sentencia, que absuelve a los cinco acusados de un delito de agresión sexual, que es lo que cualquiera de ellas sienten "simplemente con escucharlo".

Asimismo, ha asegurado que también las monjas "forman parte de esto, en primer lugar por ser mujeres, y por todas las mujeres que nos rodean y nos importan, y simplemente por ser personas". "Esto no es una guerra entre hombres y mujeres. Esto es algo que no se puede admitir, no se puede aceptar que se cometa una atrocidad de éstas y la que sea jugada, condenada y humillada públicamente sea la víctima", ha concluido.