Ann Rodgers y su perro fueron encontrados sanos y salvos en el desierto de Arizona 9 días después de perderse en él. Rodgers viajaba en su coche en dirección a Phoenix para ver a sus nietos el pasado 31 de marzo cuando su coche se quedó sin gasolina. Sacó su teléfono móvil para hacer una llamada de auxilio, pero descubrió que no tenía cobertura por lo que subió a varias colinas para intentar mejorar la conexión, pero, al hacerlo, acabó perdiéndose.

Estuvo durante los siguientes nueve días vagando por el desierto, comiendo plantas, bebiendo agua estancada y sorteando a los animales salvajes de la zona.

La operación de rescate comenzó tres días después al encontrarse el coche en el arcén de una carretera de la zona. Se realizó la búsqueda por aire y sobre el terreno, aunque sin ningún resultado en los primeros días. Cuando los operadores de rescate casi habían perdido la esperanza de encontrarla con vida, unos excursionistas encontraron señales que hicieron creer que aún seguía viva.

Reanudaron la búsqueda por la zona donde se encontraron esas pistas y un helicóptero de rescate avistó la palabra 'HELP' hecha con palos y piedras en un cañón. Debajo de una de las piedras se encontró una nota de Ann Rodgers en la que decía que no tenía comida desde hacía tres días y que continuaría en búsqueda de un rancho río abajo. Quince minutos después de ver la señal de ayuda, encontraron a Ann Rodgers y a su perro. Tras ser rescatada y pasar unas pocas horas en observación en un hospital, Rodgers se fue a casa, completamente sana.

"Las posibilidades de encontrarla eran realmente bajas. Es un milagro que todavía siga con vida habiendo estado tantos días ahí fuera" dijo Johnny Holmes, el detective de la policía local que coordinó el rescate.