El ideal del artista es no dejar indiferente, e Ironna von Dask lo supera: su obra recorre el tránsito que va desde gustar hasta fascinar. Su figuración cuenta más de lo que trasluce a primera vista, y su capacidad de metaforización es tan potente que proporciona múltiples revisiones.

El ideal del artista es tener un lenguaje reconocible, e Ironna lo traspasa: su lenguaje es contundentemente personal, y es tan desbordante que se multiplica y adapta perfectamente a varios formatos y soportes. Es democrático en el mejor sentido de la palabra, y ella misma lo reconoce: quiere comunicarse con todos.

Presenta una retrospectiva de su trabajo como ilustradora que atraviesa lo mostrado en las anteriores exposiciones en el Bella Juanita (2015), Heridas en Los Oficios Terrestres (2016), Wish you were here en Casa Planas y Les 3 Bitxxes en el Mojito (2017), además de presentar algunas nuevas piezas de un “sorprendente color”.

Ironna Von Dask. Exposición en el bar Rita (Plaça Llorenç Bisbal 13). Hasta el 14 de diciembre.

“LOS PROYECTOS PENSADOS NO ME FUNCIONAN”-¿Retrospectiva significa que va a haber un antes y un después en tu obra después de esta exposición?

-No, al contrario, es una continuidad. Aunque la verdad es que las piezas nuevas que presento en esta ocasión sí son muy novedosas.

-¿En qué punto ves tu lenguaje como artista? ¿Te satisface o prevés nuevos caminos?

-Hay una base permanente que siempre tengo clara y siempre va a estar ahí, pero nunca sé dónde acabaré. Los proyectos pensados no me funcionan.

-¿Desde el Bella Juanita hasta el bar Rita qué ves: progreso, constantes?

-La constante son los bares [ríe]. Me queda pendiente una ruta artística por bares. Me encanta ver mis constantes. En la ejecución soy muy perfeccionista, y siempre hay mucho, mucho dibujo. Aunque diría que es inevitable que lo que más te gusta suele ser lo último que has hecho. Lo nuevo es todo color, cuando antes todo era tinta china, blanco y negro. Y me gusta. El color, que recupero de mis inicios, me ha sorprendido.

-Características que llaman la atención en tu obra: la mezcla de realismo y metáfora. ¿Funcionan al 50%?

-No puedo determinarlo. Es instintivo. Está claro que la figuración es mi herramienta, pero toda la parte surrealista final llega por otro lado. Y siempre buscando expresar algo concreto. No hago un cómic completo. Cojo mucho del cómic, pero yo soy ilustradora. Busco ese dejarme llevar de los antiguos pintores. Hay mucho contenido premeditado, muchas cosas que sé que quiero y que no quiero. Hago poco boceto. Y luego hago como aquellos pintores que refería: dejo que lo que he dibujado me hable.

-Otra cosa deslumbrante de tu obra más reciente: los retratos. ¿Cómo los enfocas?

-Hay mucha documentación previa. Busco a los amigos que voy a retratar, y la traducción que hago no es premeditada. Me baño en toda esa información previa y busco plasmarlo con elegancia y potencia.

-Las otras vertientes de tu producción (textil, colgantes, chapas, etc.) ¿son otras formas de expresión o necesidad de sobrevivir económicamente?

-Hay que sobrevivir, pero el textil, por ejemplo, me gusta muchísimo. Además porque quiero llegar a todo el mundo. No me interesa el arte elitista.

-¿Eres una artista feminista?

-Absolutamente. Aunque hay conflictos con la palabra debido a su etimología, por lo que puedes poner el término que quieras.

-¿Queer

-Me da igual.

-¿El artista debe ser reivindicativo?

-Entiendo que hay artistas cuyas búsquedas son más personales, pero yo no puedo evitarlo. En mi caso es otro tema que no es premeditado.

-Con el Tropicana [Festival internacional i sensacional d’autoediciò gràfica i sonora que se celebró del 28 de septiembre al 1 de octubre] lo petasteis mucho.

-Fue espectacular. No tengo palabras. La preparación fue muy intensa, y a medida que llegaban los artistas se crearon unos universos que además de muy reivindicativos fueron de mucha hermandad. Y diría que el contraste entre lo que se vivía y lo que esos días estaba pasando en Catalunya se notó.

-¿Palma, o Mallorca, te inspira?

-En Palma hay gente maravillosa, y a mí cualquier sitio me inspira. Es mi casa. Aunque sea una inspiración cómoda.