Sabemos que somos muchos y que sobran más de cuatro, cinco... Las cuentas no salen y deben cuadrar. Por lo que se requiere una rápida acción. Una estrategia inteligente y divertida. De tal forma que los números brillen sin reducir los privilegios de los señores importantes. Pues sí. Tengo el gusto de anunciar una noticia de última hora...
¡Queda abierta la veda! Los poderosos podrán dedicarse a cazar parados, currantes y pensionistas. Siguiendo las instrucciones de los más prestigiosos organismos internacionales, es necesario abatir periódicamente una buena cantidad de ellos en beneficio de todos. Preparen las escopetas los cazadores de alcurnia y apunten bien a la diana no sólo por puro y simple placer sino por patriotismo. Porque nos lo exige la realidad del país.
Para la primera cacería tenemos el gusto de invitar a los superintendentes de la Eurozona golfa. Hay que solucionar el déficit cuantro antes y la colectividad debe contribuir a su tajante y progresiva reducción. Se deben sembrar los mejores cimientos para un buen futuro. Esto nos demanda tomar medidas que, naturalmente, no perjudiquen ni un ápice a la flor y nata de la sociedad...
Repito. ¡Queda abierta la veda! Los batidores montarán a caballo en el terreno de juego. Las afortunadas víctimas correrán de un lado a otro y se prohiben ataques que pongan en riesgo la vida o las caderas de cualquier ilustre cazador. Si los perseguidos reciben un disparo, deberán estirar la patita inmediatamente. No tendrán derecho a pedir el libro de reclamaciones.
Reduciremos la extensa lista de desempleados inútiles, de jubilatas que no sirven, de empleados públicos que sólamente van a tomar el cafelito y de trabajadores que sobran en sus respectivas y sacrificadas empresas. Les vamos a hacer un favor dándoles caza y harán disfrutar a los jinetes cargados con benefactoras armas de fuego. Liquidar elefantes, búfalos y otras especies de cuatro patas nos parece insustancial y muy aburrido. Ahora lo que interesa es cazar parados, currantes y pensionistas.