Quién no ha visto películas de Cary Grant... Ahora se rememoran los 25 años del fallecimiento de uno de los galanes de la época dorada de Hollywood que interpretó con su habitual elegancia e ironía clásicos de enredo, suspense... La fiera de mi niña hoy podría ser La fiera de la crisis que se ceba con todos menos con algunos, incluyendo a sus patrocinadores, claro.
Arsénico por compasión solicitan actualmente los que más la sufren. Eso mismo habría que situar en el café de quienes engordan con las averías ajenas. No, no es suficiente el filme Atrapa a un ladrón. A más de un codicioso de guante blanco deberíamos enganchar y meter en la sombra.
Con la muerte en los talones va Cary Grant en la película de Hitchcock. Detrás, también ahí, llevamos nosotros las garras de la recesión que nos persigue implacablemente por mucho que se corra. Ya sabemos que Sólo los ángeles tienen alas... O sea, que los sufridores del mundo están Encadenados a la depresión económica y mental. A todos los daños colaterales.
Cadenas deberían llevar los autores de la borrasca y los que pretenden sacarnos del lodo hundiéndonos más en él. Hay que exhibir Orgullo y pasión, incluso indignación, para frenar tantos saqueos y desmanes. Dado este orden desordenado de cosas, pueden comprobar fácilmente que vivimos una situación extraordinaria... De cine a lo Cary Grant.