Tengo cada día más claro que la situación obligará a todos los agentes implicados a tomar medidas que en otro escenario sería impensable. La situación económica de los ayuntamientos y de la Comunidad Autónoma está en el fango, así que con esta situación, lo único que queda es repartir miseria.
En nombre de la responsabilidad, de la viabilidad, de la situación económica, o en nombre de yo que sé, habrá foto, y ello conllevará negociar como se reparte el peso de la crisis. Así que de subidas salariales, equiparaciones, formación, etc., se hablará, y quedará por escrito, cuando comience la recuparación económica.
Los ayuntamientos se conformarán, que no es poco, con que la Comunidad Autónoma preste o avale el dinero necesario para poder pagar a sus trabajadores y a algún proveedor que otro, a cambio, habrá reajustes importantes en personal y gastos, la inversiones quedarán para años venideros, y la Comunidad Autónoma, firmará un nuevo pacto para poner las bases donde se sustenten las iniciativas y proyectos futuros que generen la confianza necesaria para reflotar el empleo. A cambio, tanto empresarios como sindicatos pedirán que todo esto, quede por escrito y con partidas presupuestarias aprobadas por la Asamblea Regional.
Así que o mucho me equivoco, o dentro de muy poco, Gobierno, Sindicatos y Empresarios plasmarán en San Esteban la hoja de ruta a seguir para los próximos dos o tres años, si la decisión es acertada o no, el tiempo lo dirá.