Uno de los productos más caracterÃsticos y tradicionales de la gastronomÃa murciana es la empanada/ empanadilla. Que bien vale para un roto o para un descosido. Como elemento de comida rápida que nos saca de un apuro, o como centro en una reunión amistosa donde no hemos querido cocinar demasiado.
La base tradicional que solemos encontrar en la mayorÃa de las pastelerÃas de la comunidad trabaja sobre un sofrito de tomate, con la incorporación de huevo y atún. Y una mezcla donde la harina, el vino (o el agua del tomate pera) la manteca, pimentón y sal conforman la masa exterior.
En el Guitarrilla también encontramos ésta variedad, pero creo que las más sorprendentes y las que le dan particularidad al negocio residen en dos creaciones: la rellena de morcilla, y la rellena de cebolla y atún. En ambos caso la masa carece de pimentón, siendo una masa blanca y crujiente que protegen un relleno generoso y nada ridÃculo, como los que comenzamos a encontrar en otras pastelerÃas, donde parece que han decidido menguar los interiores de éstas piezas tradicionales, con el consiguiente desequilibrio en una pieza donde tan importante es el relleno como la masa que lo contiene.
La singularidad y el paso adelante practicado por ésta pastelerÃa marmenorense es una buena muestra de que sobre la tradición podemos ir añadiendo ideas y maneras que, si el resultado está logrado, amplÃan el espectro de nuestras tradiciones. No hay que tener miedo al futuro. Utilizar los recursos del pasado es un mensaje de valor para la tradición.