El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró ayer que la promesa de Estados Unidos de reducir las emisiones de gases causantes del efecto invernadero se queda corta por la responsabilidad histórica que tiene ese país con el mundo.

El Gobierno estadounidense anunció el miércoles que llevará a la Conferencia del Clima de Copenhague el compromiso de reducir las emisiones de gases contaminantes en un 17% para el año 2020 en relacion a los niveles del 2005 y que el presidente Barack Obama asistirá a esa reunión.

"Creo que la propuesta del presidente Obama quizás sea lo máximo que él puede hacer en función de las circunstancias políticas internas, pero está muy por debajo de aquello que es la responsabilidad histórica y el papel de Estados Unidos en este mundo globalizado, como está muy por debajo la propuesta de los países desarrollados de Europa", dijo.

Lula, que está en Manaos para definir con los demás países amazónicos y con Francia una propuesta conjunta para llevar a la capital danesa, es un ferviente defensor de que en esa cita se den pasos concretos para mitigar el cambio climático, por lo que ha apelado a Obama y a otros líderes, como el presidente chino, Hu Jintao, para que acudan a la misma.

La cita de Copenhague será del 7 al 18 de diciembre y la Casa Blanca dijo el miércoles que Obama irá el día 9, fecha en la cual la reunión estará todavía a nivel de negociadores y no de jefes de Estado o de Gobierno, prevista para los dos días finales. Al comentar la participación de Obama el 9 de diciembre, antes de la llegada de los demás gobernantes, Lula apuntó que "sería importante que Obama estuviese allá, que Hu Jintao estuviese allá, que todos estuviesen allá".