El olor a canela impregna el ambiente. Suenan villancicos con acento sueco mientras un grupo de pequeños prueba suerte en la tómbola. "¡Mira! Me ha tocado un osito de peluche", dice una sonrosada niña rubia a su abuela. El ajetreo es constante, el aforo, casi al completo. El Bazar Navideño de la Iglesia Sueca abrió ayer sábado sus puertas presumiendo de ser uno de los rastrillos solidarios más multitudinarios del momento.

"Estamos muy orgullosos de la excelente acogida que cada año nos brindan los mallorquines y gentes de otras nacionalidades. Hay muchos clientes habituales que nos aseguran que llevaban esperando el mercadillo varios días", cuenta a DIARIO de MALLORCA Inger Ballinas, responsable del bazar. Y no se equivoca. La familia Moragues siempre compra su decoración navideña en este lugar. "Nos encanta el ambiente, tan íntimo y festivo a la vez... y además los artículos son de calidad", subraya Maria, la madre del grupo.

Es fácil imaginarse cómo viven los suecos estas fechas tan señaladas, de hecho, más de dos mil residen en la isla de manera permanente así que, para no perder sus costumbres, acuden en masa a degustar algunos de los platos típicos de su tierra como los sandwiches de jamón de navidad, el de albóndigas con ensaladilla de remolacha o el de salmón marinado. Todo ello regado con el glögg, un vino caliente con especias que se toma "con almendra picada y pasas. Es toda una tradición", cuenta Ballinas.

La propuesta culinaria es extensísima. Bollos de canela, de azafrán, galletas de jengibre o la tarta de manzana con salsa de vainilla calman el hambre a los clientes que se pierden entre puestos con todo tipo de artesanía sueca: candelabros de cristal, velas de todos los tamaños, estrellas eléctricas, artículos de hierro forjados, telas, manteles, figuras de Papá Noel y postales, entre otros muchos más artículos. No falta la música en directo y un juego para quien quiera probar suerte: una rifa en la que siempre toca premio con sólo invertir un euro.

Abierto hasta las ocho de la tarde de hoy domingo en la palmesana calle Joan Miró 113, todo lo que se recaude en este bazar navideño de la Iglesia Sueca se destinará a las actividades del propio centro así como para ayudar a distintas asociaciones que trabajan con personas marginadas y niños sin hogar.