Seis de cada diez menores no son informados por sus padres cuando se produce su ruptura matrimonial, según un estudio realizado entre los alumnos de centros escolares de Sevilla que ha sido presentado hoy en Palma en el II Congreso Estatal sobre la Defensa de los Menores en las Crisis de Pareja.

El estudio, expuesto por la doctora Beatriz Morgado Camacho, profesora del departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla, señala asimismo que más de la mitad de los niños hijos de familias separadas descubren la ruptura de sus padres por sí mismos, sin que sus progenitores les digan nada.

La mayoría de los menores encuestados (el 88,5 por ciento de los casos), todos ellos de educación primaria y con una media de edad de 9 años, aseguran que mantienen una buena relación con la madre y custodia y el 20,8 por ciento afirma haber roto por completo la relación con el padre.

Un alto porcentaje de estos niños, según subraya el estudio presentado por Morgado, que han perdido la referencia de la figura paterna (un 65 por ciento) reconocen que este hecho no les importa, mientras que el 80 por ciento de los que sí mantienen contacto subrayan que les gustaría ver a su padre más a menudo.

Morgado ha defendido que los hijos de padres separados se pueden dividir en tres grupos: aquellos cuyos progenitores mantienen una buena relación después de la ruptura; los que carecen por completo de contacto con el padre y los que perciben que sus padres mantienen una relación conflictiva.

El grupo más vulnerable es el de los niños cuyo padre está prácticamente ausente.

Otros datos significativos extraídos del estudio apuntan que la mitad de las parejas divorciadas no se vuelven a relacionar más, que a siete de cada diez menores les agradaría que sus padres se reconciliasen, aunque el 80 por ciento de ellos afirman saber que eso no va a ocurrir.

Morgado ha añadido que, en cuanto a las mujeres separadas, el 80 por ciento de ellas admiten que han tenido problemas emocionales a causa de la ruptura y que las familias monoparentales (generalmente, madre e hijos) tienen menor nivel de ingresos que las biparentales.